"Tenía siete años cuando ocurrió algo totalmente extraño en casa, mamá me leía apasionadamente una escritura antigua mientras yo peinaba a Raquel, mi muñeca favorita.
Era común para mí escuchar a mi mamá contarme historias mágicas, mileniales, siempre batallas entre el bien y el mal, ángeles y demonios enfrascados en peleas eternas, enemistades profundas y dolorosas pérdidas.
—Pero, si Samael era el ángel que llevaba la Luz de Dios, ¿Por qué se enojó? ¿Por qué quiso irse de su hogar? — pregunto volteando a ver a mi madre.
Ella me observa tranquila, me regala una sonrisa cariñosa y se acerca a mí quedando entre mis peluches y mi cama.
—Samael quería otra vida, quería hacer otras cosas que estaban mal— acaricia mi cabello.
— ¿Cómo sabes que estaba mal? — la observo confundida.
—Dios le
