Capítulo 11 —Ay, no, yo creo que todo me queda horrible, Clara, ¡Soy una ballena! —exclamé lamentándome al tiempo que me echaba a llorar. —¡Por supuesto que no! —intervino poniéndose de pie para darme aliento—. Eres hermosa, está panza, solo es el bebé y dentro de unos meses ya no sufrirás —consoló y negué tapando mi rostro lleno de lágrimas. —¡Noooo, soy una ballena, parezco Moby Dickc! —lloré entrando al baño para llorar desconsolada. Últimamente, mis hormonas eran un asco, de pronto estaba muy feliz y cinco minutos más tarde, parecía shrek. —Vamos Bere, no eres ninguna ballena, abre la puerta y hablemos, no puedes echarte a llorar, además se está haciendo tarde para el acto de grado —quiso recordarme, pero en definitiva yo no tenía muchas ganas de asistir, desde que mi estómago em