Los días tomaron curso, había pasado un mes y una semana desde que había comenzado a trabajar en el restaurante bar. Me iba muy bien y todo estaba en orden, la dueña estaba feliz con mis resultados. Había conseguido que ahorrará casi 10 mil euros, por lo que me subió el sueldo. Hellen amaba trabajar aquí, así que todo marchaba teóricamente bien. A excepción claro que tenía un admirador secreto que me enviaba detalles y obsequios caros, pero no mostraba su cara. Tenía cierto temor de que fuera Saimón, me daba miedo de solo pensarlo. Pero creía que podía ser él, nos pudo haber seguido o algo.
Firme los recibos del mes, mientras hacía el balance de la semana que pasó, adjunté todo lo restante. Y rellene los datos del folder, los archivaba por fecha y código. Un mensajero llegó con una ca
