—¿Estás lista, Sarah?—preguntó desde la sala, no sé en qué momento me había dejado convencer.—, Llegaremos tarde y él odia la impuntualidad. —¡Espera!—respondí. Me di una mirada en el espejo, llevaba un vestido ceñido al cuerpo manga larga y cuello de tortuga unicolor gris. Un cinturón n***o y tacones. Peine mi cabello en un moño de bailarina para lucir el detalle del cuello, aplique el labial rojo y estaba lista. Me había dejado convencer por Hellen en ir a la famosa reunión y acompañar al socio de su misterioso novio que por fin conocería. Habíamos quedado en que iríamos en mi auto y nos encontraríamos con ellos en la entrada del salón donde sería la reunión. Salimos rápidamente y bajamos en el ascensor, al salir y saludar al guardia. Divise a Arturo llegando en su auto rojo, ignoré su