Frío, es lo que estoy sintiendo en todo mi cuerpo en este instante. Temblor, es lo que estoy experimentando sin poder controlarme. Miedo, es lo que me tiene con los pies enterrados en el suelo sin poder moverme. «“¿Qué prefieres, Serafina? De igual forma, ya le pagué a tu proxeneta por ti”» Sus palabras queman. ¿Cómo es que supo que estaría aquí? ¿Cómo es que llegó a pagarle Marcelo, sin que él notara que era Daemon? Él me siguió, él de alguna manera salió del castillo y llegó aquí. Él ha venido por mí. Mi corazón late con fuerza, siento como el aire me falta junto con la opresión en mi pecho. Suelto con mi mano temblorosa el tubo de acero y cubro mi boca opacando el jadeo que brota de mi garganta. Con mis ojos desorbitaos, busco en toda la habitación roja de luces opaca mi abrigo pa