★Leonardo. —¿Qué quieres, Tay? —pregunté a mi hermana mientras me encontraba con ella en su consultorio. —¡Estoy muy molesta contigo, Leonardo Ruiz! —exclamó, visiblemente irritada. —¿Ahora qué pasó, queridísima hermana? —comenté tomando asiento en una de las sillas frente a ella. —Sabes lo que hiciste... —mencionó, cruzándose de brazos. —Sí, claro. Si ya terminaste de darme vueltas, me iré. Debo ir a la oficina... —Tú nunca vas a la oficina a menos que sea altamente necesario; siempre trabajas desde casa, y tus empleados ni siquiera conocen al CEO de la empresa Ruiz. Eres como esos jefes encubiertos que salen en la televisión, así que no veo el caso de que vayas. —Eso no es de tu incumbencia —me puse en pie y ella me tomó del brazo. —Estoy molesta porque ya no le volviste a llamar