Después de ese corto viaje, que bien podría haber sido infructuoso, pero que finalmente les había permitido obtener información valiosa para la manada, Loyd estaba de vuelta y listo para reencontrarse con Derek y plantearle todo lo que había sucedido, pese a que gran parte de la información ya se la había dado previamente. A pesar de que las cosas no parecían marchar del todo mal, era innegable que había muchos problemas por resolver y seguramente uno de los más engorrosos era el del posible traidor entre los sabios. No entendía cómo los mayores de la manada, a quienes tanto respetaba Loyd, podrían estar pensando en dañar a Derek, y su mayor preocupación era que, entre ellos, estaban sus padres, los cuales habían rechazado inicialmente que Derek fuese el Alfa cuando había muerto el padre