Una vez el vehículo lleno de escoltas se detuvo, por fin pudo bajar del mismo, Selena primero decidió estirar las piernas mientras suspiraba y acariciaba su vientre para ayudarse a sí misma a mantener la calma. Sintió que el viaje había sido eterno, pero, aunque disfruto de la sensación de moverse libremente, sintió un pesar que la invadió mientras se adentraba en el extenso terreno donde estaba su pareja. Pasando por los controles, veía toda la seguridad, muchos guardias, algunos de ellos armados, preguntándose para sí misma, si Derek había puesto para un solo prisionero, o quizás había reforzado la seguridad porque ella llegaría pronto. Un ligero rubor se hizo presente en sus mejillas mientras intentaba descartar esa posibilidad, pero en parte sabía que Derek era capaz de eso cuando de