Desde la última vez que los vi, no he vuelto a encontrarme con ellos, por un lado, eso es algo que me ha mantenido tranquila, pero igual me atemoriza en cierta manera, que estén pensando en reconocer al niño, o hasta quitármelo, no sé, algunas cosas vienen a mi cabeza, algunas no muy buenas y otras pues mejor no las digo.
Mi trabajo va avanzando, me dijo una de las chicas que trabaja conmigo, que hemos recibido una invitación por parte de una tienda reconocida de modas, pues nuestros diseños les han parecido innovadores, además de que desean trabajar con nosotros. Al tomar la invitación en mis manos, casi me caigo de mi sitio, era específicamente la madre de Diego la que estaba haciendo esa invitación, ahora lo que yo creía que sería una vida tranquila con mis niños se volvería un caos.
Pero, enfocándome en lo bueno, y en mantener las cosas bajo el lente profesional, acepte entrevistarme con ella, para eso debía viajar, así que decidí, coger el toro por los cuernos, diría la verdad, mi hija tendría su ansiado padre, y yo un cargo menos de consciencia, lo único que me apenaba era saber que mi niño también deseaba conocer a su papá, y me daba pesar pensar que Jonás no lo querría.
[…]
Llame a la señora que cuida de mis niños y le pedí que los tuviera listos, además de que pusiera en una maleta las cosas de ellos como para unos tres días, no sé cuanto demore todo eso, pero igual si ellos necesitaban algo más, yo se los compraría.
Aun con nervios en mí, envié el correo de contestación, pero para mi mala suerte la que recibía los correos es la asistente de la señora, y esa mujer tiene una seria obsesión con Diego, desde que yo trabaje para ellos lo supe, y tan solo espero que nada de lo que pase de ahora en adelante afecte a mis niños, ya que de esa mujer se puede esperar todo.
Las cosas de trabajo las dejé en orden, no me imaginaba si solo sería un día el que me tomara hablar con esa familia, además de las cuestiones de negocios, pero para mi gusto mejor era prevenir. También acudí al banco para poder retirar la cantidad de dinero que Jonás me había dado en la demanda, para lo que necesita ese dinero no lo pude ocupar, así que de nada sirve seguirlo conservando, pues una vez que lo volví a tener completo lo guarde, con la esperanza de algún día hacer lo que planeo hacer pronto.