En sus sueños, al comienzo Elena no podía tomarle el gusto a la bebida, especialmente a la cerveza, siempre que la bebía se quedaba con un sabor amargoso en la lengua tan insoportable que quería tomar un pañuelo y limpiarse en público, hubo una ocasión en la que le preguntó a Lexie el por qué las personas bebían y ella le respondió que el alcohol ayudaba a dejar todas las penas atrás. Pero no las desaparecía, a la mañana siguiente sus problemas seguían en el mismo lugar y un fuerte dolor de cabeza se le sumaba, Elena pensó en ello y siguió sin entenderlo, fue más adelante, tras descubrir que jamás podría tener hijos que bebió hasta que sus piernas dejaron de sostenerla, al llegar la mañana el dolor fue tan grande, que todo lo demás dejó de importar. El licor era maravilloso, solo había q