El agua de la tina era tibia, Elena hundió la cabeza e intentó abrir los ojos, pero estos se irritaron y la forzaron a salir del agua de inmediato.
Amarró su cabello echándolo sobre sus hombros y se envolvió con una toalla, de cara al espejo notó que su piel tenía un mejor aspecto, no demasiado, no esperaba ser una mujer hermosa siendo que ni siquiera en sus sueños logró serlo, lo que buscaba, era algo que dejara de ser simple.
Su cumpleaños número diecinueve pasó sin que pudiera hacer una celebración y la escusa por la muerte del antiguo conde ya estaba muy gastada, sabía que había situaciones peores, pero quería salir de ese pozo de lodo más rápido que en su sueño.
Cristián estaba de viaje, corría el mes de abril, Erika cumplía cuatro años y era imposible que su padre no estuviera pre
