La caja de madera contenía dos afiches, el primero mostraba a un hombre de traje y corbata sentado y sirviéndose una botella de vino en un vaso grande, en su rostro se podía ver una sonrisa y al carecer de sombrero era posible ver cuan atrás comenzaba su cabello, lo cual le recordó a su esposo. El señor Oscar Jenkins, encargado de publicidad notó la sonrisa de Elena y se sintió complacido con su obra, lo suficiente como para mostrar el segundo afiche. La sonrisa de Elena desapareció y volteó a ver a su publicista con los ojos muy abiertos, ese segundo afiche mostraba a una mujer con el cabello recogido y un abrigo idéntico al suyo, solo entonces lo comprendió, esos dos afiches estaban inspirados en ellos. Tal cosa jamás pasó en su sueño – ¿por qué no usaste a la modelo?, la de cabello c