Desde ese par de días llenos de eventos importantes, puede volver a la normalidad corrupta de mi vida. La jornadas de trabajo seguían tal cual, las 12 horas pero a una semana de esos eventos sí note que el cuervo no me había pedido quedarme hasta después de las 5:00 PM. A excepción de esta noche, habría un coctel importante en un famoso hotel de la ciudad. Lo que representaba contacto social, el cual el cuervo odiaba. Y de por sí era un coctel de negocios, su asistente debía estar allí. Algo más raro todavía, me dijo que como estaríamos hasta tarde en el evento, que podía llegar a las 10:00 AM a la oficina. No me quería hacer ilusiones porque puede que su “buen humor” se debiese los grandes ingresos que estaba teniendo la empresa. A que no había llovido en estos días, la lluvia le ponía