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LEILA Debería estar descansando para volver en unos días al trabajo, pero aquí estoy. En la casa de un desconocido, amargado con problemas de ira, inconsciente en su cama desde hace una hora, con una herida en el costado que se ve peor que una cucaracha aplastada. — ¿Está muy fea esa herida? ¿Se va a morir? Veo a Aitana desde la puerta de la habitación con expresión de preocupación analizando al chico Grinch. — Descuida, tu novio va a estar bien, solo hay que dejarlo descansar. — Pero esa herida se ve horrible y no es mi novio. — Sí, la herida está algo infectada y no se ve bien, pero ya le puse tratamiento y se le hice una buena cura, pero si no mejora, debe verlo un experto. — Danael, dice que es un terco y que prefiere morirse del dolor antes de pisar un hospital, por eso te lla