El tintinear del choque dos copas marcaba la celebración de la noche. En el departamento de Samuel Sullivan, una pareja celebraba como sus macabros planes estaban yendo a la perfección, el hecho de que Carolina hubiera pasado la noche con Eithan, no significaba que las cosas estarían mejor. —Ere increíble cuñada —Samuel besó el cuello de Layla —Hum—Layla le dio un sorbo a su copa —Pero de nada me sirve, si tú no estás haciendo tu trabajo ¿Ya convenciste a tus padres de sacar a Eithan de la presidencia? —No cariño, aun no, esta semana hay una reunión muy importante y lo sacaremos del camino, a la reunión pasada no asistió, sin embargo, todos confían en él ciegamente, así que fue casi imposible hablar mal de él. Layla se giró y quedo frente a Samuel, lo miró fijamente, y se mordió el