CAPÍTULO VII-2

2029 Words

El profesor volvió complacido del palacio, porque el maharajá le había ofrecido, gratuitamente, algunos ponis y muías para que los transportaran hasta Yatang, ya en tierras del Tíbet. Esto significaba que evitarían muchos problemas en los pasos fronterizos y Surdar aplaudió la noticia, porque los ponis que habían llevado de Darjeeling empezaban a mostrarse agotados por las largas jornadas. —¿No sospecha nada de ti?— preguntó Vivian a su padre. —No lo creo. Hemos hablado mucho sobre medicina y acerca de las dificultades para lograr que los campesinos del país utilicen desinfectantes y medidas sanitarias modernas. El maharajá tiene ideas muy avanzadas, pero en esta tierra de leyendas, tradiciones y supersticiones resulta casi imposible aplicarlas e impulsar el progreso. —Me habría gusta

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