La nodriza pareció sorprendida cuando lo vio llegar. —¿Ya está de regreso, milord? No lo esperaba tan temprano. —Almorzaré temprano— repuso el Marqués—, si la señorita Idylla no está lista todavía, puedo esperar. —La señora Darwin me dijo hace media hora que han abierto el cuarto de milady y que la cama se está oreando— repuso Nanny—, como milord sabe bien, las habitaciones siempre están listas para cuando quiera utilizarlas. —¿Estás queriendo decir que ha sido una desilusión para la servidumbre que no haya visitado el Castillo en tanto tiempo? —Ha sido una desilusión para mí también— repuso Nanny—, pero ahora ya está aquí y eso es lo único que interesa. Espere un momento mientras preparo a la señorita Idylla. Entró en el dormitorio y cerró la puerta detrás de ella. El Marqués miró