CAPÍTULO QUINCE
Sebastián forzaba todo lo que podía a su nuevo caballo, y a sí mismo, mientras volvía al cruce. Había cabalgado toda la noche, sin importarle el peligro de depredadores en el camino, tanto de tipo animal como humano, sin importarle el peligro de que su caballo diera un paso en falso en la oscuridad. A estas alturas, estaba tan por detrás de Sofía que necesitaba ganar todo el terreno que pudiera.
¿Se alegraría de verlo cuando la alcanzara? El hecho de que lo hubiera mandado en la dirección equivocada insinuaba que no estaba contenta con la expectativa, pero Sebastián le haría ver que él era un hombre diferente al que la había dejado a un lado por miedo a lo que diría su familia. Le demostraría que la quería y que no tenía nada que temer de él.
Si esto fuera la canción de
