[GIANNA]
Meses después: 4 de junio
Espero pacientemente a que los amigos de Dante terminen de felicitarlo, y una vez que se queda solo, siento como Anahí me da un leve empujón —¡Ve a saludarlo! ¿Qué esperas?— Me regaña entre risas y a pesar de que odio que haga esto, sé que tiene razón, que debo ir.
—Ya estoy yendo— Me quejo y respiro profundo para luego comenzar a caminar hacia él quien intenta quitarse el confeti que le tiraron sus amigos —Feliz cumpleaños Dante— Lo saludo y allí esta esa sonrisa que hasta hace pocas semanas no sabía que era tan perfecta.
—Gracias Gianna, pero ven aquí abrázame— Me pide abriendo sus brazos y me rodea como lo lleva haciendo todo este tiempo que llevamos siendo amigos.
Me siento una idiota por dejar que mi corazón lata de esta manera cuando lo tengo cerca, pero es que Dante se ha convertido en una persona sumamente especial para mí. Me he acostumbrado infinitamente a su presencia, sus consejos siempre me hacen salir de la situaciones más difíciles, y me defiende de cualquiera que me quiera hacer daño. Por momentos mi mente se confunde y me hace verlo como algo más que un amigo, pero sé que estoy equivocada, que no puedo ni siquiera pensar en él de esa manera.
—¡Amore!— Escucho la voz de Giovanna e inmediatamente debo soltarme de él.
—Te llaman— Murmuro separándome de su abrazo y me mira a los ojos.
—Oye, el perfume que llevas puesto huele exquisito, úsalo más seguido— Me alienta y me sudan las manos.
—Gracias— Respondo con mi voz temblando y de inmediato me alejo de él cuando Giovanna llega donde estamos nosotros.
Rápidamente voy hacia donde esta Anahí y la sujeto de la mano para que salgamos al jardín de la casa de los padres de Dante —Amiga, ¿Qué ocurre?— Me pregunta tal y como si yo estuviese loca por sacarla así.
Hago que caminemos rápidamente a un rincón donde no hay nadie, y me quedo parada sin decirle una sola palabra mientras que trato de que mi corazón se tranquilice —An…— Murmuro nerviosa.
—Gianna, ¿Qué pasa?— Me cuestiona alterada por mi silencio.
Cierro mis ojos y trato de sacudir estos pensamientos que dan vueltas a mi cabeza, pero no creo que funcione así —Creo que me gusta Dante— Le confieso finalmente y ella ríe —¡No te rías! No es gracioso… es el mejor amigo de mi hermano, tiene novia… trabaja con mi padre, simplemente tiene que ser un no— Expongo y mi amiga sonríe.
—¿Crees que eso funciona de esa manera? A mí no me debería encantar tu hermano, y mírame aquí… él se fue y yo sigo idiotamente enamorada de él— Expone y respiro profundo.
—Es una porquería el amor— Me quejo y reímos juntas.
—No digas eso, solo no somos correspondidas— Justifica.
—An, te lo digo yo que estuve con Paolo y fue un desastre. Se sufre mucho y tampoco es tan increíble— Digo y me siento en el banco de madera que hay cerca de nosotras.
—Eso es porque él es un idiota, no porque el amor sea malo. Yo sueño con que mi primera vez sea mágica— Expresa y me encantaría bajarla de esa nube, pero no quiero lastimarla.
—Entonces no te dejes presionar, porque cuando lo hacen y tú no estás segura, es un desastre, pero ese no es el asunto aquí. La cuestión es que creo que me gusta Dante, y no quiero… es muy complicado, es mi amigo, ¿entiendes? Nos contamos todo y ahora me pasa esto… ¿Por qué?— Hablo frustrada y An se sienta a mi lado.
—¿Y si a él le pasa lo mismo?— Cuestiona mirándome y niego con la cabeza.
—A él definitivamente no le pasa lo mismo— Respondo y al mirar hacia adelante, lo veo saliendo con Giovanna de la mano —Míralos, son perfectos, a él le encanta ella… es perfecta, mira el cuerpo que tiene— Digo cuando él la toma entre sus brazos y saltan juntos a la piscina.
—Tú eres muchísimo más bonita que ella— Me halaga mi amiga y sonrió.
—Sabes que no es así, pero bueno… ni siquiera debería darle muchas vueltas al asunto, creo que me estoy confundiendo una vez más— Señalo y rápidamente trato de hacer que nos vayamos de aquí, pero veo a Paolo saliendo al jardín y viniendo directamente donde estamos nosotras.
—Oh, oh…— Escucho a An y la agarro del brazo.
—Vayámonos de aquí, no lo quiero ver— Le pido, pero cuando tratamos de irnos del jardín, él me detiene sujetándome de los brazos.
—Tú y yo tenemos que hablar— Me dice y niego.
—No, no tenemos que hablar, ya nos dijimos todo lo que teníamos que decir— Le respondo y trato de continuar, pero me sujeta más fuerte e intenta hacer que vaya con él.
—Paolo, te dijo que la sueltes, ¿no la has escuchado? Porque yo si la escuche y estaba en la piscina— Dice Dante acercándose a él.
—Dante, no te metas, es algo entre ella y yo— Rebate mi ex novio y empuja a Dante.
—¡¿Qué te crees que haces?!— Le grita mi amigo y de pronto me doy cuenta de que los dos se empiezan a agarrar a golpes hasta que caen a la piscina.
Yo intento hacer que ellos se separen, pero ninguno me hace caso y es tanta mi desesperación, que sin pensarlo me tiro al agua y me interpongo entre los dos con la mala fortuna que Dante me da un golpe en la cara sin querer —¡¿Ves lo que haces?!— Escucho a Paolo mientras que intento recuperarme.
—Es tu culpa imbécil, vete de aquí— Le reclama y Dante me toma con cuidado —Ven te sacare de aquí y te pondré algo para el dolor. Lo siento Gianna no quise golpearte— Me dice y estoy un poco mareada, el golpe ha sido bastante fuerte. Solo escucho voces mientras que cierro mis ojos dándome cuenta de que él me está llevando a un sitio, pero no tengo idea donde, solo trato de recuperarme.