A los otros les extrañó que hablara en serio, sobre todo porque se llevó consigo a su pequeña nieta. Ella era, en realidad, uno de los motivos de discusión, ya que la madre de Emily había muerto al dar a luz a la pequeña y la Condesa desaprobaba la forma en que su hijo la criaba. Como el padre de Emily estaba mucho más interesado en la educación de su hijo que en la de ella, estuvo de acuerdo con que su madre se hiciera cargo de la niña, pensando que así, tarde o temprano, la criatura propiciaría una reconciliación entre ellos. Sin embargo, la Condesa se mudó a otra parte de Inglaterra y no tenía la más mínima intención de ser conciliatoria, y como su hijo era casi tan obstinado como ella, el rencor se hizo más hondo, hasta que cesó toda comunicación entre ellos. Después, la Condesa mu