IV

2638 Words

—Él no esta ahora, tal vez pueda...— Tahiel se había asegurado del que el dueño de cierta habitación no estuviera en casa. Así que sin más espera, su mano recayó en la perilla, girándola y abriendo la puerta. Tahiel tenía curiosidad, al fin había a alguien de su misma edad, al fin tenía a alguien con quien podía hablar y perder el tiempo. Pero a penas puso un pie dentro de la habitación escuchó unas cuantas débiles palabras. Jamie le dijo que se fuera, que no debía de estar aquí. Yarek le había dado ordenes que seguir al pie de la letra, había sido duramente advertido del que no podía salir y tampoco podía hablar con nadie, en especial con Tahiel. Y él obedecería, simplemente quería evitar el tremendo castigo que conseguiría si no escuchaba. Tahiel suspiró algo abatido —Pero estoy solo..

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD