Aquel domingo me lo había pasado totalmente ocupada pues me había obligado a arreglarme desde temprano, termine arreglando mi pelo rojo que a pesar de haber sido en una locura aquel color resaltaba más mi rostro y ojos. También decidí ponerme unas uñas acrílicas con una tonalidad de rojo vino y pedrería que aunque decidí hacérmela cortas por mis trabajos mis manos destacaban aún más. No entendía la razón de porque decidía arreglarme tanto si solo era una fiesta de disfraces, pero en mi mente solo paso por mi mente el señor Jackson. Al llegar a mi casa mientras ordenaba comida china para comer mirando por mi ventana en un leve sonrojo y una sonrisa perdida al imaginar al señor Jackson vestido de vampiro. Una emoción en mi corazón indescriptible imaginaba a aquel hombre de rostro cuadrado y