Aquel lunes decidí llegar temprano a mi trabajo estando allá alrededor de las siete y media, con pocas horas de sueño y con tantas cosas en la mente. Desde mi posición noto en la oficina de Liam como este estaba en su ordenador trabajando, enviándome correo sobre trabajos que se debían hacer con urgencia además de otros cambios a su agenda, me sorprendió pues eso me hizo sentir como si el me estuviera evitando. Tal ves el solo estaba tan confundido como yo y quería simplemente ignorarlo. Termino unos documentos para alrededor de las diez obligándome a ir a la oficina de este pues no tenía más opción. -Buenos días, señor Jackson, debe firmar estos papeles para que los pueda llevar a la sección de área legal. -Tráigamelo. Me acercaba a aquel hombre que ni siquiera se dignó a mirarme solo