Gala

1183 Words
Aquella mañana del viernes era espectacular…para mi. Mi escritorio había sido movido a su lugar lo cual me ayudo a poder trabajar muchísimo más rápido y eficiente pues tenía que llevarle varios documentos a el señor Jackson para firmar. Había llegado a las siete de la mañana pues Jackson y yo íbamos a la fiesta de gala que nos habían invitado por lo cual debía terminar todo el trabajo antes de las dos para poder arreglarme el cabello y tener todo listo pues a pesar de que era una invitada yo también estaría de casería. Una fiesta de gala para algunos, una oportunidad de negocio para otros. A pesar de que tenía mi plan de ser despedida en tres se semanas y dos días sabia no podía hacer que aquella ilusión arruinara mi reputación de buena trabajadora. Mientras tecleaba con rapidez sin notar a nadie escucho como alguien coloca un vaso a mi lado a lo cual sonrió dandole un sorbo pues aquel jugo de fresa me iba a ayudar mucho. -No sabía que vendrías temprano hoy. -Que me guste las fiestas no significa que no trabajo. Comento Steven con una encantadora sonrisa. -Entonces imagino que tus también iras a la gala. -Pues si, mis padres me obligaron a buscar pareja alla o ellos lo harán….entonces…quieres ser mi cita. -Eres tan encantador como iluso, no seré tu cita, estaré muy ocupada. -Trabajando. -Si, trabajando. -Pensé que tu harías aquello. -Eso no significara que deje de ser eficiente. -Si lo piensas de esta manera…siento que eres masoquista, te estas ahogando en trabajo. -Yo también creo que lo soy. Ambos reímos mientras nos mirábamos. Steven se había vuelto uno de los mas cercanos conmigo en esa compañía además de Mary, aunque el siempre andaba corriendo de un lado a otro pues este tenía una compañía de telecomunicaciones. Este decidió apostar a su amigo convirtiéndose en un accionista en los negocios del señor Jackson porque era muy astuto, aquel zorro astuto podía oler donde había un negocio muy suculento de por medio. Además de que el y yo teníamos cosas en común como nuestro amor por el senderismo y hacer trabajos comunitarios en albergues de perros, aunque últimamente no tenia tiempo. Varias veces llegue a salir con su otro grupo de amigos los cuales siempre pensaban que éramos parejas porque nos veíamos bien juntos, aunque Steven jamás se insinuó o intento decir algo fuera de lo debido, sentía que me consideraba como una muy buena amiga. El señor Jackson abrió la puerta de su despacho lanzando de golpe una enorme carpeta en mi escritorio -Como veo que termino de trabajar puede revisar todos estos documentos de propuestas que me llegaron ayer, alguien olvido dejarlo en su despacho. La voz del señor Jackson sonaba totalmente molesto, imaginaba por aquel error de la carpeta. Usualmente cuando llegaban las propuestas todas debian pasar por mi primero y después estas terminaban en el escritorio del señor Jackson si eran buenas, yo era muy buena siendo un filtro entre las propuestas pues cualquier propuesta que pasaba era aceptada por Jackson. -En seguida lo hare señor Jackson. Le respondí mientras terminaba de teclear las ultimas líneas de aquel documento financiero que debía enviar. Tras enviar aquella información al señor Jackson noto por las enormes ventanas de su oficina como Steven sentando en uno de los asientos de invitados reía mientras el señor Jackson parecía sumamente enojado. No se podía escuchar nada, pero desde la distancia podía notar como ambos hombres hablaban de manera cómoda, aunque Steven parecía estar burlándose. Tras revisar la carpeta los documento que me pidió pude filtrar las buenas y malas ideas entregándole las que valían la pena justo a tiempo para recoger el traje. -Señor, ire a recoguer su traje y acomodare los trajes para la próxima semana. -Claro, ve. -Puedo irme a arreglar después de eso. -Acaso necesita hacerlo. -Claro que si señor, recuerde que ire con usted. -Mmm de acuerdo, ¿la paso a recoger? -No se preocupe, yo me adelantare. Dije con mi más tierna sonrisa para que no sospechara despidiéndome. Pierre me llevo a la tienda para más comodidad mientras preparaba el traje y dejarlo en la cama en su funda para que no se ensuciara. Recogía su ropa sucia para mandarla a la tintorería, arreglaba sus trajes para la siguiente semana y por último preparaba los platos para la siguiente dos semanas enviándole la lista a la señora Robison. -Bueno, he terminado justo a tiempo, me dará tiempo. Tras llegar en mi edificio pude arreglarme el cabello que gracias a que estaba a la altura de mi cuello era fácil de arreglar. Era lo único que mantendría de aquel trabajo infernal. Aquel cabello corto era mas fácil de controlar a comparación de mi cabello largo que tenia al inicio de mi trabajo. Me había dedicado después a realizarme un maquillaje de manera algo dramática. Mi rostro era de forma en corazón y aunque mis ojos eran negros tenían una forma un poco jalada dando la ilusión de una mirada de gato. Aquel atributo lo había sacado de mi madre. Tras terminar me colocaba un vestido corte sirena de color rosa cálido. Aquel vestido se ajustaba a mi cuerpo que parecía haber sido hecho para mí. Mi jefe era un loco obsesivo con su trabajo, pero sus regalos eran encantadores, ese vestido el lo mando a comprar para mi cuando supo que nos invitaron a esta gala. Comienzo a escribir algo en mi teléfono sin enviarlo mientras pensaba en todos los escenarios de lo que iba a pasar aquella noche -Bien, ahora debería prepararme para irme. Tomaba una pequeña cartera y mis zapatos que hacían juego dirigiéndome en la fiesta llegando a las siete y media. Allí me encontré a Steven el cual parecía pez en el agua, pero al verme se dirigió a mi con una enorme sonrisa. -Vaya, tendré que robarte esta noche. -No creo que puedas. -Lo se, Liam me mataría, pero si no lo hago yo lo hará otro, estas preciosas. -Muchas gracias. Comenzaba a buscar con la mirada al señor Jackson, algo que fue interrumpido por Steven, -El aun no llega, lo cual me parece extraño, siempre es de los primero que llega para irse más rápido. En eso si le daba la razón pues eso era típico en todas las fiestas que nos invitaban. Hablaba y me relacionaba con otros magnates de inmobiliarias. Algunos ya me conocían como la encantadora de bestias pues yo era buena en mi trabajo, tanto que cualquier persona que quisiera llegar a Jackson tenia que contactarme. Además, de que según las malas lengua yo era el único que calmara a Jackson cuando se enojaba, lo cual yo siempre pensé que era mentira. Pasaba una hora y no veía al señor Jackson lo cual me hacia pensar que ya no vendría, lo cual seria lo mas lógico. Para pasar el tiempo Liam me entrego una copa de vino, el más suave pues el sabia que yo no era muy amante de la bebida. -Pruébalo y dime si te gusta. Algo que procedí a hacer.
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