Correspondencia I.

1079 Words
                                                                                                                                               Londres, enero 5 de 1840. Mi querido hijo, Espero que esta misiva llegue rápido a ti, considerando la premura de las situaciones en las que nos encontramos en este momento. Llegué a la casa de tu tía Madeline hace dos noches y no ha dejado de insistir en la necesidad de celebrar pronto una reunión con todos los hombres importantes de la región, incluso algunos de Londres, con tal de que te presenten a sus hijas en edad casadera. Ella insiste en la importancia de que preserves desde ya el apellido Doyle con orgullo ante la sociedad londinense, sobre todo en estos momentos tan álgidos en la política. Y yo, hijo mío, estoy totalmente de acuerdo con ella. Es, además, algo absolutamente indispensable si deseamos contar con el apoyo de tu tía y su marido ante las dificultades que se visualizan en el panorama. Es evidente que los parlamentarios están hablando, que hay susurros alrededor de cualquier galés que esté en Londres y, ante todo, Alexander, deseo conservar el favor de los parlamentarios cuando enfrentamos divisiones en nuestra tierra. El apoyo de tu tía y su marido, quien no olvides es un importante asesor del parlamento, nos resulta indispensable sí queremos conservar nuestro apellido y modo de vida. Planea desde ya una reunión en colaboración de miss Griffin, estoy seguro que ella cuenta con todo el conocimiento de cómo planear una fiesta de tal magnitud con el único propósito de que nuestra familia sea bien reconocida ante las miradas insulsas de nuestros amigos. Recuerda, Alexander, que debes buscar una esposa entre sus hijas, incluso sí todas ellas parecen indignas de ti y nuestro apellido distinguido. Estaré en comunicación contigo pronto y espero recibir noticias sobre la planeación de la fiesta lo más pronto posible. Además, una gran idea es que tengas una fecha para cuando yo regrese a casa, así puedo estar honrado de comunicárselo a tu tía y, de paso, invitar algunos de los parlamentarios con los que me estaré reuniendo durante estas semanas. Si en cambio consideras que está bajo mi poder y derecho la elección de tu futura esposa, házmelo saber cuánto antes, hijo mío. Estoy seguro que puedo agenciar desde mis reuniones aquí el encuentro con algunas señoritas de alta sociedad que son mucho más distinguidas y mucho mejores prospectos de mujer que las muchachas de la región. ¿No es una oportunidad imperdible el poder ganar el renombre y apoyo de una familia relevante en la sociedad londinense por medio del matrimonio? No me decepciones, Alexander y que Dios acompañe tus días. Padre.                                                                                                                                           Bundoran, enero 13 de 1840. Estimado padre, Espero que el clima londinense no le esté causando molestias, sé bien que la lluvia no es algo que disfrute y Sir O’Sullivan a aconseja que trate de guardar calor antes de que el ambiente lluvioso se le pegue en los huesos hasta hacerlos crujir con dolor. Considero que su consejo es apropiado y por eso lo extiendo hacia usted por medio de mis palabras. Por favor, guarde calor cuando considere que es necesario, estoy seguro que al volver a casa, las cosas mejorarán con cualquier dolor que pueda comenzar a sentir estando en Londres. Admito, padre, que recibo con preocupación la noticia de tener que organizar una fiesta en tan poco tiempo, además de que los motivos tras de ella no me complacen por completo. No estoy interesado en ninguna señorita de nuestros círculos más cercanos, sobre todo cuando he visto cómo se han convertido de niñas a mujeres. ¿Es indispensable que elija una esposa pronto? Considero que desplazar mis pensamientos hacia el matrimonio sólo me desligará y distraerá de tareas más importantes aquí en casa. Por favor, reconsidere su pedido, padre. Comprendo que debemos contar con el apoyo de mi amada tía y su marido, sobre todo con los tiempos que se avecinan, sin embargo, también sé que son personas razonables que pueden entender la necesidad de aplazar un poco más esta decisión. Puedo yo mismo escribirles para explicarles cómo debo concentrarme el desarrollo de mis tareas aquí en casa mientras no esté usted, padre. Estoy seguro que ella y su marido son sensatos y podrán entender que primero está mi deber con la familia Doyle y las personas que reciben nuestra bendición y protección. Estoy, además, absolutamente seguro, que ninguna de las muchachas en edad casadera está disponible ya. Pocos son los hombres solteros de nuestra región que no han contraído nupcias en el transcurso de los últimos meses y destaco que todos los que actualmente se encuentran en matrimonio bajo la bendición de Dios, se casaron mucho más mayores que yo. No veo, entonces, el por qué no puedo esperar un poco más para tomar la decisión correcta para mí y la futura descendencia de nuestra familia. Sé que debo buscar una muchacha en edad casadera pronto, pero no considero que este sea el momento oportuno para que en la casa Doyle haya una boda. ¿Podremos esperar unos meses más? Por lo menos hasta que las cosechas más próximas hayan pasado, con este invierno que nos asola estoy maniobrando entre las provisiones y las necesidades de los habitantes de Bundoran.  La realidad es, padre, que la situación es cada vez más difícil para nosotros en estas tierras. ¿Cómo puedo jactarme de nuestras riquezas y poder ante los ojos del resto de los pobladores que pasan mientras tanto hambre y frío porque Dios no nos favoreció con sus cosechas esta temporada? ¿No podría causar esta decisión molestia entre nuestros pobladores y levantar discursos de protesta? Estoy seguro que en Londres no verán con buenos ojos que algo de ese estilo y magnitud suceda en nuestras tierras y bajo nuestro control. Así pues, padre, le suplico que reconsidere esto y que interceda a mi favor ante mi tía y su marido con tal de que ganemos algo de tiempo ante su requerimiento de que elija una esposa cuanto antes. Sé que sabrá manejar la situación con ella sobre esto y que podremos esperar el tiempo adecuado para que tal resolución se haga realidad.   Estaré ansioso de leerlo pronto. Que Dios esté contigo. Alexander. Posdata: Padre, quisiera comentarle que hemos recibido la visita inesperada de un viejo amigo mío de mis años de estudiante en Londres. Ha tenido un severo accidente en la carretera y una de sus piernas ha sido gravemente herida, así que lo he invitado a que pase la temporada de recuperación conmigo. 
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