Lo Que Pudo Ser

Capitulo 18

Leandro.

Tirado sobre mi espalda en la cama la miro, no puedo dejar de verla en como mueve las caderas, sube y baja por mi pene, muy, pero muy lento, o me deja todo clavado dentro de ella moviéndose de adelante y hacia atrás, y cada cosa que hace me tengo que esforzar muchísimo para no venirme, para seguir viéndola arriba mío gimiendo, sonreir, agarrando mis brazos apretándolos, es maravilloso verla.

—Aaaajjjjjj. —cae arriba mío temblando, aprieto los ojos con fuerza donde me vengo junto a ella—. Mi Dios Santo.

—¿Cómo te sientes?.

—De maravilla, fue maravilloso. —acaricio su espalda y caderas.

—¿Me vas a dejar?.

—¿Cómo dejarte?.

—Esta noche, ¿me vas a dejar o te quedas?.

—¿Qué quieres tú?.

—Quiero que te quedes conmigo.

—Me quedo. —cierro los ojos cuando me comienza a besar—. Juro que no me quiero ir.

—No te vayas por favor. —la envuelvo con fuerza siguiendo el beso—. Quédate siempre conmigo.

—Tu también. —me giro saliendo de su interior y sin dejar de besarnos—. Necesito el baño.

—Si, ve y yo acomodo la cama.

—Dale. —casi que saltando acomodo la cama, tuve intimidad con la mujer que me vuelve loco, agarro el bóxer sin saber si ponérmelo porque fue desnuda al baño—. Te agarré un toallon.

—Si, emmm. —con mucha vergüenza me pongo el bóxer—. No hay problema, puedes agarrar cualquier cosa.

—Me voy a poner la remera.

—Voy por agua, cámbiate tranquila. —en la cocina muevo los puños festejando, casi que grito de alegría, me esfuerzo por calmarme, agarro agua y saco unos chocolates que tengo guardado y voy a la habitación encontrándola sentada en la cama—. Perdón por tardar, traje unos chocolates... Pensé que pudo darte hambre.

—Si, me dio hambre.

—A mi igual. —voy a la cama sentándome cruzado de piernas y ella se pone a mi lado.

—Toma, es muy rico, ¿lo haz comido?.

—Déjame ver el paquete. —se lo enseño y asiente—. Si, considero que es el mejor del mundo.

—Según una encuesta lo es.

—Siiiii. —riendo se apoya en mi hombro, no puedo dejar de verla, siento que algo muy feo le pasó y no me animo a suponer, pero algo que la marcó y lo veo aun cuando rie—. Con mi hermana encargamos que nos manden.

—Avísame cuando pidan asi encargo, este me lo trajo mi tio cuando viajó y es el último paquete que me queda.

—Yo tengo una caja, te doy unos cuantos.

—Buenísimo entonces, pero avísame igual cuando encargues. —me acomodo acostado y ella me imita—. Gracias Cami.

—¿Porqué?.

—Por esto... Por permitirme hacer el amor contigo. —se tapa la cara riendo y yo me acerco mas, paso mi mano por su cintura con un poco de temor, temor a que se le halla ido la valentía y ya no me permita tocarla—. Fue muy especial para mi.

—¿De verdad?.

—¿Porqué no lo diría de verdad?.

—Porque puedes decirlo como para que vuelva a tener intimidad contigo.

—No lo digo por eso, si esta fuera la única vez que estemos la recordaría toda la vida, y seria un honor para mi que me permitas seguir teniendo intimidad contigo.

—Me pones nerviosa Leandro. —riendo la abrazo porque esconde la cara en mi pecho—. Para mi fue igual de importante... —me da un besito que me tiemblan las tripas prácticamente—. Fue muy especial para mi.

—Para igual, me gustas desde hace meses Camila, desde ese día que me dijiste, hola, buenos días, con cara de perro. —se rie tentada y lo recuerdo ese día—. Aunque me echaste veneno me gustaste igual.

—No pretendía ser mala, sino cortante.

—Nooo, si no me di cuenta. —vuelve a reir tentada, y yo me rio de su risa, porque tiene una risa chistosa—. Yo dije mierda, un poco mas me dice que me vaya.

—Mira que puedo hacerlo.

—Mire, ¿Cómo podrías?.

—Mi papá es el dueño...

—Con razón piden tantas cosas de requisito para vivir aca o no sé si a mi me los pidieron por estar frente a ti.

—Se los piden a todos y yo apruebo.

—¿Me estas jodiendo? ¿tu me aprobaste?.

—Si, a mi papá no le importa cuanto ganas o si trabajas en blanco, sino que no tengan antecedentes ni denuncias, y tu no tenias nada de eso.

—Menos mal sino nunca te conocía.

—Meno mal le mandas.

—Ni los tendría porque no tuve malas amistades.

—Yo no tengo amigas... Tuve una que bueno, tomó un mal rumbo.

—¿De qué forma?.

—Esta en las drogas y hasta me enteré que se prostituye.

—Nooo, que mal.

—Si, tenia un gran futuro pero bueno, no todos reaccionamos igual ante una mala situación o no tenemos el apoyo que necesitamos.

—Yo en eso agradezco el papá que tengo porque a pesar de todo me fue llevando con el cinto en la mano.

—¿A ti también te corrigieron con el cinto?.

—Si y no me esperaba eso de ti.

—Uuufff, siempre cobré por culpa de Seba en realidad. —le corro el pelo con suavidad—. Él se las mandaba y nos daban a los dos, porque yo iba a decirle que le iban a golpear y justo nos casaban a los dos en la macana que se mandaba.

—¿Cuál fue la mas grande que se mandó?.

—A ver... —mira hacia el techo pensando—. Bueno, se las mandaba un montón y con ganas, por ejemplo una vez le dio todo el jamón a los perros porque no encontraba el alimento, mi mamá se lo comía... Aaaahhh, me acordé de una. —comienza a reir de nuevo—. Esa vez lo agarró mi papá con una varilla.

—¡Ay nooo!.

—Siiii, porque en casa de mi mamá hay un lago y hay unos canales y estos hicieron en el canal un puente por consejo de mi tio Joshua que tiraba la idea y escondía la mano viste, como yo no fui. —me da risa verla porque es como que vive ese momento de nuevo—. Mi papá lo agarró también porque se hacia el tonto, pero la cosa fue que hicieron como un pasadizo en el lago, se ve que mi papá nos escuchó lo que íbamos a hacer porque estaba ahi cuando sucedió todo... El tema es que hicieron una apuesta con Exe de quien llegaba mas lejos con la bici y largándose al lago.

—Nooo.

—No sé de donde creyeron que era una buena idea, y yo como una tonta parada al lado de agua de brazos cruzados diciendo, "es mala idea", y me mandaban a callar porque según ellos era tremenda idea aaagggg... Entonces va el idiota de Seba, toma carrera y se larga, quedó clavado en la tierra.

—¡Ay no!.

—Se metió Exe a sacarlo porque se le veían las manitos por arriba donde se estaba ahogando, cuando salen, mi papá estaba con la varilla en la mano y le dio una Lea... Ay mi Dios, no sabes como saltaban los dos y se escuchaba el ruido de la varilla y los gritos de mi papá que les decía, "se podían morir ahogados, en que pensaban", y los otros aaaggggg.

—Te ríes mala.

—No, si yo recibí también por estar ahi viendo sus macanas, pero a ellos les dolió mas donde estaba mojados y mi papá no le dejó sacar la bici, cuando la fueron a sacar a los años estaba toda oxidada.

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Aprovechando que duerme para verla bien, es una chica que se cuida mas que bien por lo que veo, tiene una piel suave, sin granos ni marcas de granos, pestañas largas y cejas un tanto finas, labios carnosos, una nariz fina y media curva por el tabique, hasta diría que muchas se operaria para tener su nariz, tiene un lunar en la ceja derecha, en la patilla del mismo lado y en el labio, nunca había visto un lunar en un labio, y hablo dentro del labio no por fuera, no puedo seguir viéndola porque tocan el timbre muy fuerte e insistente, asi que voy casi corriendo, cuando abro es la mamá de Camila.

—Señora.

—Dile a Camila que ya se levante que viene su papá en camino.

—Si, ahi le digo,

—Rápido porque nos mata.

—Si. —dejo la puerta abierta y voy pensando, si, lo vi super celoso aunque no creo que sea para tanta desesperación—. Camila... Cami despierta. —abre los ojos media que no da mas del cansancio—. Vino tu mamá, dice que tu papá viene en camino.

—NO. —se para de un salto olvidándose de todo—. Me tengo que ir.

—Pero espera...

—No, llega a llegar y me ve aca... —salgo atrás de ella que no para de hablar—. Mami.

—Me acabo de despertar porque me estaba llamando, me dice que te mandó mensaje y te llamó y como no contestabas me llamó y le dije que... —entran a su casa donde cierran la puerta y quedo de piedra, en eso veo movimiento y veo al tipo salir del ascensor con unas bolsas, me mira de arriba abajo.

—Buen día.

—¡Buen día!, ¿sucede algo?. —saca las llaves de la casa de Camila viéndome fijo—. Tu eres el hijo de Laureano.

—Si, —le doy la mano sonriendo—. ¿Cómo esta?.

—Bien, ¿exhibiéndote?.

—No, crei que habían golpeado mi puerta, estaba por entrar a bañarme y salí asi no mas.

—Ah, bien. —abre la puerta y yo cierro un poco—. Saludos a tu papá, en unos días nos vemos para comer.

—Nos vemos entonces, que tenga buen día. —cierro sintiendo la adrenalina, porque si llegaba justo cuando salía de mi casa se armaba la buena, voy a la habitación asi me tiro de nuevo porque estoy cansado.

Camila—. Disculpa, me fui sin decirte chao pero mi papá llegó re rápido.

Leandro—. Si, cerraron la puerta y salió del ascensor.

Leandro—. A la noche nos vemos.

Camila—. Si, a la noche nos vemos y comemos algo, yo llevo.

Leandro—. Dale, voy a limpiar un poco.

Camila—. Por mi ningún problema.

Leandro—. Hola pa, acabo de ver a Hardy y me dijo algo de una cena.

Papá—. Va, tan temprano despierto.

Papá—. Y si, tenemos una cena el fin de semana con él y quiero que vayas.

Leandro—. ¿Es muy formal?.

Papá—. No tanto, ve como quieras.

Leandro—. Buenisimo.

Leandro—. Avísame bien el día y la hora y donde y ya, no tengo drama, ya me fije el día.

Papá— Bueno, ahí te mando la invitación que me envió Hardy.

Como no me puedo dormir me pongo a limpiar la casa porque a la noche viene y tengo que preparar la casa, me gusta ser organizado y tener mi casa limpia pero no siempre limpiar, aunque me ayudan con la limpieza, dos veces a la semana, los otros cinco me las tengo que arreglar para mantener y que tampoco venga a fregar la mugre mía.

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Les recuerdo el maratón para el jueves y se publica el sabado.

Nos vemos el jueves....

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