Capitulo 12

2051 Words
Leandro. Sentado en el asiento del acompañante en el auto de Camila voy nervioso hacia el cine, nervioso porque maneja bastante rápido y me pone incómodo la velocidad que maneja, aunque sé que es porque es un auto tan suave que no se da cuenta de la velocidad como me pasa en el mío, que es un auto viejo y es bastante tosco a la hora de andar, eh manejado el auto de mi papá que es casi igual a este que tiene Camila, y me pasó lo de ella, que no me doy cuenta y me pesa el pie en el acelerador, la diferencia es que en esos momentos yo manejo y no me siento incómodo, no voy de acompañante, y ahora lo entiendo a mi papá que me dice que le afloje y si, la próxima vez que tenga que llevarlo a algún lado voy a calmarme, porque no tengo la estúpida idea de que las mujeres no pueden manejar, yo en lo personal, creo que las mujeres son mas precavidas que los hombres. —Bien, llegamos, ¿calmado al fin?. —¿Eh?. —Venias que no sabias de donde agarrarte, hasta crei que ibas a agarrar el freno de mano y dije, aca nos vamos con san pedro. —Manejas rápido. —Venia a cincuenta, no creo que cincuenta sea rapido. —Noooo, venias mas fuerte que cincuenta, no me mientas. —De verdad, te juro que venia a esa velocidad. —entra al estacionamiento del cine riendo—. Creo que eres prejuicioso. —¿De qué las mujeres manejen?. —Si. —Nooo, pero venias rápido, no me quieras hacer creer que no, que manejo y sé de velocidad. —A la vuelta manejas tu a ver si no vas fuerte. —No no, manejas tu, —alzo las manos negando—. Es tu auto y manejas tu. —Lo hago porque quiero manejar en el tuyo alguna vez. —baja riendo, voy hacia ella asi entramos al cine—. ¿Me dejarías manejar tu auto?. —Primero, ¿Hace cuanto manejas?. —Yyyy, dos años, cuando cumplí los dieciocho me regalaron el auto y me mandaron a clases de manejo y saqué la licencia a la primera. —Mmmm, me parece que voy a hablar con tu papá y que él me diga si es verdad o no. —Tu quieres partir al otro mundo mas rápido de lo que creía. —No, si me la aguanto, no voy a jugar a las escondidas toda la vida Camila, unas salidas si, pero si esto pasa a mayores yo voy a hacer frente. —abro la puerta asi entra al cine y me queda viendo—. ¿Qué pasa que me mira asi?. —Nada, me sorprende que eres asi de directo. —¿Después de que intentaste meterme miedo por todos lados?. —Si, exacto. —Naaa, soy mas que eso, y tu eres mas que una hija o hermana, tienes derecho a ser mujer también, y una que tiene pareja y disfruta la vida sin estar con ellos a tu alrededor. —Si, bueno... Vamos. —saca las entradas en la boletería que te atiendes solo, las compró anticipadas menos mal, detesto las filas, compra unos pochoclos y gaseosa y vamos a la sala, casi ni veo la película de mierda, pero a ella si la asusta—. AAAAGGGGG, nooooo. —se rie con ganas después de pegar tremendos gritos—. Me re asustooooogggg... —me como todos los pochoclos pero haciéndome la película con ella de tanto gritos y risas, cuando salimos una hora y media después, va riendo con ganas. —Malísima la película. —tiro el tarrito de gaseosa y se llega a tapar la boca de la risa donde se la pasó gritando—. Todos se giraban a vernos cuando gritabas. —Es que la sangre... —Hasta una patada al asiento de adelante le diste. —¿De verdad?. —Si, la chica se fue para adelante. —¡Ay no, que vergüenza!, No puede ser que esa porquería me... —la agarro de la cara dándole un beso, apoyo los labios en los de ella y ella lo comienza mas profundo, me agarra de la cintura abriendo la boca y la beso con todas mis ganas, ganas que le tengo, desde la primera vez que la vi que le tengo unas ganas tremendas y esperaba poder besarla—. Mmmmgggg. —Necesitaba besarte con locura. —susurro sobre su boca dándole besitos dispersos—. Me gustas demasiado Camila, mucho me gustas. —Tu a mi igual. —¿No mientes?. —abro los ojos y ella me mira fijo, apoyo la frente en la de ella gimiendo—. Dime Camila. —De verdad Leandro, me gustas mucho también, y me da miedo tener algo, pero estoy tragándome el miedo por ti. —Nunca tuve novia Cami, tengo que decírtelo asi como tu me lo dijiste, —alza las cejas sonriendo—. Y aunque nunca tuve novia me enseñaron a respetar, y lo voy a hacer. —¿Nunca tuviste sexo entonces?. —Una vez pero no la cuento porque fue horrible. —le sonrío cuando pone cara de pánico—. Ella no me gustaba y lo hice por hacer, y me juré nunca mas acostarme con nadie a quien no la tenga en mi corazón. —¿Conmigo te quieres acostar?. —Si, pero con el tiempo, no hoy. —¿Me tienes en tu corazón entonces?. —Profundamente Camila. —Me estoy arriesgando contigo Leandro, de verdad. —Yo igual, no creas que no me da miedo todo esto por ser hombre. —la abrazo bien a mi suspirando—. Y no le tengo miedo a tu papá o hermanos, nada que ver, sino no poder entregarme de verdad. —Chicos, disculpen pero ya vamos a cerrar. —Vamos. —salimos de la mano por mi causa que la agarro, y nos damos cuenta que somos los últimos en el estacionamiento—. ¿Las llaves?. —Aca. —la saca de la cartera dándomelas. —Dame. —¿Pasa algo?. —Dijiste que yo maneje cuando volvamos. —en realidad quiero que suba primero, si aparece alguien ya esta arriba segura, le abro la puerta sonriendo—. Sube y si ves a alguien pon el seguro de inmediato. —cierro y cuando subo mira a todos lados. —¿Viste a alguien?. —No, no vi a nadie. —compruebo bien que nadie pase y salgo del estacionamiento—. Pero siempre vas a subir primera cuando estés conmigo, y vas a poner el seguro hasta que rodee el auto y te haga seña de que abras, si estoy hablando con alguien o hasta si peleamos tu sigues con el seguro en el auto. —Bien, ya me quedó grabado. —voy a nuestras casas viendo de reojo como esta con el celu—. Voy a mandar audio, haz silencio. —Si. —Hola Juli, dale, mañana temprano voy a comprar la carne y hago el picadillo enseguida, no te olvides de traer el disco asi fritamos mas cantidad, y tráeme por el amor de Dios, la espátula que tu mujercita se llevó y no me la han traído, y un kilo de helado de dulce de leche y frutos del bosque. —sonríe viéndome. —¿Tu hermano?. —Si, el mayor, quiere que le haga empanadas, pero lo puso en el grupo que tengo con mis hermanos y mi papá y todos dijeron, "mañana vamos", asi que voy a estar a las corridas, ahi me respondió... —Dale prins, te llevo helado y un disco que te compré asi ya te queda y no tengo que andar llevando y trayendo, y la espátula nos la vamos a volver a traer a casa, asi que te la prestamos... —Este hijo de la gran... —me tapo la boca para no reir porque manda audio—. NOOOO, ME TRAES MI ESPATULA Y ME LA DEJAN, COMPRENSE UNA LOCO, y no te olvides de mi helado... ¡Estos que les pasa!, me sacan las cosas y se hacen los dueños después. —me da risa porque esta re enojada—. Los tengo que andar apurando para que me devuelvan las cosas... —Ya te dije que no, que me la vuelvo a traer, ¿Qué parte no entiendes loco?, cómprate otra y no me rompas las bolas... —vuelvo a reir cuando el hermano le responde. —AAAAAGGGG, TE VOY A PARTIR IDIOTAAAAA... Perdón por eso Leandro, es que mis hermanos me buscan hasta que me enojo. —La verdad que me gusta esa relación que tienes ya que no la conozco. —Bueno, en mi experiencia es de pelear, por todo peleamos, no sé, alguno dice, para loca, y ya es una pelea, mas que nada con mis hermanos, porque Cele nada, vive en una nube, le buscamos pelea y alza las cejas viéndonos con una sonrisa y no dice nada, cuando le decimos, ¿no vas a decir nada?, dice, no, ¿Qué voy a decir?. —La mas calmada. —Si, solo ella que parece fumada en realidad, porque Florencia es una loca tremenda, le dices A y te dice el abecedario completo, Julián es el mas calmado también, pero si lo haces enojar no hay nadie que lo pare, solo su mujer, y Exe es de esos que te dice, basta porque te la doy. —me da risa ya que los conoce mas que bien a sus hermanos—. Y Seba es como que cualquier cosa es meterle el dedo en culo mira. —Nooo, re impulsivo. —Si, igual, cuando los conozcas vas a ver como le hablan a sus mujeres y vas a decir, ¿de verdad se hacen los copados?. —¿Son mansitos con sus mujeres?. —Lili le dice, "Julián", asi, medio que duro, y listo, la termina, porque cuando comienzan con Exequiel no paran mas, encima Michel mete pua a favor de Exe y Seba de Juli y se pone peor la cosa. —llegamos a nuestro edificio y nos quedamos dentro del auto hablando—. ¿Y? le metiste pata y después era yo la loca que maneja rápido. —Nunca te dije loca, y es muy liviano, me gustaría agarrarlo en la ruta. —¡Ay no!. —¿Por?. —Nunca lo llevé a la ruta, siempre ando en la ciudad, cuando debo llenar el tanque lo lleva mi hermano porque me da nervios. —Bueno, vamos uno de estos días al lago y lo probamos. —Manejas tu porque no me animo, cuando hemos ido con mi familia es una locura de autos que van y vienen. —Obvio que manejo yo, con miedo no es conveniente, solo tienes que elegir un día que vayamos. —Te aviso, tengo muchos cumpleaños estos días y tengo que cocinar bastante. —Con la pizza que me diste supe que cocinas muy rico y entiendo porque tu familia te pide tanto que les cocines. —Esa la hizo mi cuñada. —se tienta de la risa porque me pongo colorado—. Pero ya te voy a preparar algo. —¿Puedo elegir?. —Si, ¿Qué quieres?. —Hamburguesa con pan casero y alguna salsita picantita, ¿se puede?. —Solo si las cocinas a la parrilla, si las haces a la parrilla yo hago y unas salsas tremendas que me aprendí. —Era que tu me cocines, no yo. —Pero toda la preparación hago, y tu lo único que haces es cocer la hamburguesa. —Bueno, esta bien. —me da un golpecito en el brazo riendo—. A la parrilla las hacemos, tu dime cuando las hacemos, yo tengo libre siempre, y cuando tenga que hacer te aviso enseguida, tengo leña asi que no hay drama en eso tampoco. —Dale, este finde imposible, tengo que ver si mi hermana hace su cumple el otro finde. —Pero no hace falta un finde para que nos veamos. —Tienes razón, bueno, nos vamos a seguir viendo... ¿o no?. . .
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