Camila.
Subimos en silencio por las escaleras, voy un poco mas arriba que él porque no entramos juntos, la cosa que voy no nerviosa, nerviosísima, no porque vamos a hacer algo cuando lleguemos, o que lo invite a hacer algo o si él me invita acepto, no, voy nerviosa porque se me declaró de una forma tan linda que de ahí no dejé de temblar y comportarme como una tonta, me han dicho, "que linda", "que mujer bella", mas que nada en los super, o panadería donde son hombres que no saben de quién soy hija, porque si me lo dicen en una fiesta de mi familia no asisten mas o si pasa delante de alguien se arma, que Flor me dijo que Leandro dijo que lo dijo delante de ella, mi papá y Anna y que Anni lo tuvo que agarrar a mi papá porque se armaba.
—Bien... Estuvo muy linda la salida, la película una autentica cagada, pero lindo en general. —me rio tentada donde asiente a lo que dice como convenciéndose—. Lindo porque estabas conmigo.
—¡Ay noooo!.
—No te pongas asi. —lo miro entre mis dedos que se me acerca, pone las manos en mi cintura donde me pongo tensa de que se me acerque tanto—. Eres tan hermosa, te juro, no puedo creer que me des pelota.
—No soy nada especial como para que pienses que es un milagro que me fije en ti.
—Lo eres, porque el día que te vi dije que vivía una bruja frente a mi.
—Bueno, eso me ofende grandemente, en otros tiempos tendría miedo porque me lincharían. —me rio mirándolo a ojos porque le sorprende lo que digo, o no sabe de historia o entendió la referencia que le hice—. Porque no vas a andar diciendo que te tiré un embrujo o algo.
—Es que lo hiciste, no seria una mentira.
—No hice nada, no soy tal cosa, si vamos al caso voy a la iglesia, no como mis cuñadas pero voy, no soy del lado del mal sino del lado del bien.
—Bueno, le pediste a Dios que me rinda ante ti entonces, no hay otra explicación. —cierro los ojos cuando me da un beso, subo las manos a su cuello, lo envuelvo bien gimiendo de gusto por el beso tan rico, siempre me pregunté que seria besar, que se siente besar, y ahora que lo sé es lo mas sabroso que hay,
—Asi que ahí estabas. —me giro gritando del susto, mi mamá mira cruzada de brazos en la puerta de mi casa y sonriendo alzando las cejas—. Te espero dentro.
—Si.
—Emmm, —Leandro se aleja fregandose la boca y apuntando la puerta—. ¿Todos aparecen asi de repente?.
—Si, y te pido disculpas de ante mano. —voy a la puerta buscando las llaves para abrir y muy apenada.
—Bueno, si lo hacemos serio hay que decirles y ya no nos va a tomar por sorpresa... —abro la puerta que por fuera no tiene manija, si o si con la llave hay que abrir, y lo miro desde ahi que él esta con su puerta abierta viéndome—. Espero las hamburguesas que me prometiste.
—Te mando mensajito, duerme bien.
—Tu igual. —cierro girándome sabiendo que mi mamá esta esperando explicaciones.
—No me dijiste que venias.
—No, crei que ibas a estar aca. —cuelgo la cartera y la camperita, voy a la habitación a cambiarme de ropa para dormir, viene atrás mío con una sonrisa enorme—. Ni siquiera imaginaba que podías estar en una cita, había llamado a tu papá que no estabas en casa.
—Llámalo y dile que estaba hablando con la vecina.
—¿Eh?.
—Dile eso antes de que venga. —marca poniendo el alta voz.
—Julia estoy saliendo para allá.
—Ya volvió, —me mira alzando la mano sin entender lo de la vecina—. Resulta que estaba donde una vecina.
—¡Oh mi Dios esa piba!, dame con ella.
—Papi... —agarro el teléfono cerrando los ojos al oírlo desesperado—. Estaba donde la vecina que hace masajes.
—Tienes que avisar Camila, no tienes idea del susto que me pegué.
—Perdón, no me esperaba que venga mamá, y fui a hablar con ella nada mas.
—¿Qué hablabas?.
—Le fui a consultar si hace tratamientos de belleza para la cara y espalda. —alzo los hombros viendo a mi mamá que se tapa la boca aguantando la risa—. No tenia su número.
—¿Le pediste el número?, asi no vas a verla todo el tiempo.
—Si, me dio el número de trabajo, bueno papi...
—Mi Dios casi me da un infarto te juro... —me siento empujándome con los pies las zapatillas—. Mañana vamos a verte.
—Dile que no porque me quedo.
—Dice mamá que se queda conmigo, te aviso mejor.
—Si, o ven a verme en el trabajo, quiero verte.
—Bueno, si puedo voy a desayunar, porque seguro mamá quiere salir de compras.
—Bueno, avísame si no pasamos a la noche, bueno, descansa y mándame mensaje.
—Si papi, descansa, te amo.
—Y yo a ti mami, duerme bien. —le doy el celular a mi mamá que mira la pantalla.
—Hardy.
—¿Te quedas a dormir?.
—Si, vine a dormir con ella porque mañana tenemos peluquería y compras, tengo que comprar los regalos de las nenas y la vi muy precaria de ropas a Cami, asi que voy a llevarla. —dando vuelta los ojos me paro para ir al baño.
—Mándame mensaje Julia, porque viste que anda media rebelde, no me dijo nada que se había ido a hacer masajes con vaya a saber quién, y ve por favor. —entro al baño negando porque hablan como que no estoy presente—. Ve con ella cuando la vuelva a ver porque no me voy a quedar tranquilo.
—Si Hardy, ahora me entero que fue a una casa que vaya a saber quién es y voy a ir. —cierro cuando ya no los soporto y me cambio la ropa, me lavo la cara sacándome el maquillaje y salgo pasándome la crema por los brazos—. Ahora cuéntame todo. —abro la cama viendo como se saca la ropa y se pone el pijama, trajo un bolso de mano con sus cosas—. Me dejaste en shock hija.
—Bueno, pasó todo sin que me dé cuenta. —me acuesto de mi lado y ella agarra un neceser donde tiene cremas y se sienta frente a mi cruzada de piernas viéndome mientras se pone sus cremas—. Es muy lindo.
—Siiii, es muy apuesto, aaaggggg. —agarra mi pierna dándome risa porque me aprieta sacudiéndome—. Me parece un chico que esta a tu nivel.
—Mami.
—Eres preciosa Camila, no te tienes que meter con un tipo feo, —me dan mucha risa esos comentarios que hace, si, ella es preciosa, porque lo es, y mi papá es un hombre apuesto, no soy tonta, a donde vamos las mujeres lo miran tarándole piropos y ni hablar hacia mi mamá—. Y dime, ¿Cómo comenzaron?.
—Nos comenzamos a ver mucho en los pasillos, el ascensor, en la terraza, compartimos un par de palabras, pero en la gala que hubo el sábado él fue con su papá.
—Wou, se encontraron.
—Si, no me esperaba para nada eso, me invitó a bailar y...
—NOOOO.
—Siii, no sabes como se puso Juli.
—Uy mi Dios, cuando se entere que salen.
—Si, por eso si llegamos a tener algo mas serio quiero que estés cuando lo presente.
—Obvio que si, ese pesado... —se pone una crema en el cuello masajeándose como me dijo que me haga masajes para no acumular liquido y no lo hago, me da fiaka—. Y a parte no es pecado ni malo que pruebes, otra cosa que tu papá y hermanos lo encuentren mal, pero porque eres su bebita y su hermanita. —les dije a todos que no quería que toquen el tema de lo que me hicieron ni me digan palabras, "lo que pasó", "lo de ese día", no quiero nada de eso—. Tu papá nunca lo va a comprender Camila.
—Asi como con Cele.
—No hay caso que entienda que su hija es esposa y mamá, a mi no me hace gracia y no me hizo gracia, pero es una chica grande que es la mejor persona del mundo y confío en ella. —va guardando las cremas que ya se puso y siempre nos dice que nos cuidemos la piel, también, tiene cuarenta y siete años y parece la hermana de nosotros no nuestra mamá—. Lo mismo te va a pasar a ti y a Florencia, y ese comentario que dice, mis hijas son mías, me da por las pelotas que no tengo.
—MAMAAAA.
—Es la verdad, no te digo que hagas la vida loca, sino que este chico es un chico lindo, ve conociéndolo, ve si vale la pena, no te lances de una, —se da unos golpecitos con los dedos por toda la cara, agarro un rímel que es aceite de almendras para las pestañas y cejas moviendolo entre mis dedos—. Ve conociéndolo un poco, estuve treinta años con tu papá y hasta el último día fui conociéndolo, porque no es que conoces a una persona de una.
—Me quiero arriesgar mami, me dijo que quería tener algo conmigo.
—Mira, yo te hago la pata. —me da risa porque habla en susurro como que si alguien nos escuchara—. Pero me tienes que decir a donde van porque tengo que saberlo Camila, ¿tu papá me llama desesperado, ¿y qué hago?, le tengo que decir algo.
—Si mami, yo te aviso y te mando la ubicación de a donde sea que vayamos, me dijo que tengamos una cita en la terraza, te voy a avisar asi vienes y me esperas aca en casa.
—¿Y si las cosas se van de las manos yyyyy...
—¿Y qué?.
—¿Y tienen intimidad?.
—¡Ay mami!, —me acomodo boca arriba viendo el techo y no sé, me imagino la situación—. No va a pasar.
—En algún momento va a pasar.
—Pero no tan rápido nenaaaaa. —se rie tentada, deja las cosas a un lado y se acomoda de lado viéndome.
—¿Quieres que suceda?.
—Si, quiero que pase, pero no tan rapido.
—Bueno, cuando deba suceder no pienses en nada, solo en que vas a vivir un momento super lindo con el chico que te gusta. —la miro sonriendo—. Tienes que tener tu momento bello.
—¿Tu lo tuviste?.
—No, mi primera vez no fue la mejor, con tu papá tampoco fue una buena relación aunque nunca me agredió íntimamente y fue agradable cada encuentro, y después...
—¿SALES CON ALGUIEN YEGUA?.
—Ssshhhh, —se rie tentada y yo me tapo la boca sin creer, mis hermanos se van a poner locos cuando sepan—. No grites.
—Me tienes que contar todo, ya, habla...
—Otro día, tengo sueño.
—Una viva eres... Que yo suelte la lengua y tu nada, no dices nadas.
—Hasta mañana hija, descansa.
—Yegua. —se muerde los labios para no reir y apaga las luces—. Mírenla, bien escondido lo tenia.
—Basta pesada, duérmete.
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Hola chicos, les recuerdo la forma de apoyar la historia, votos en Dreame y Sueño Novela, y comentarios, no solo ayudan a que la historia crezca y tenga reconocimiento sino para mi motivación y seguir creando no solo esta historia, sino Voy a Liberarte que la semana que viene comienza la publicación.
Besos!!!!
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