Mi vida sin ti

2. En la guerra y en el amor todo se vale

POV Ciro

Había comenzado mi año fatal, entre la confesión de Marion al decirme que estaba saliendo con alguien más, me destrozo el corazón por completo, lo que dijo sobre que de alguna manera habíamos terminado por que la relación era ya monótona y aburrida, eso me calaba aún más, en realidad sabía la respuesta, no es que nuestra relación fuera aburrida, el aburrido era yo.

Suspiré profundo.

Por otra parte estaba el beso con la cuñada de mi hermana, no se que me paso que me dejé llevar, a lo mejor le gusté o no se pero el punto es la razón por la que se lo correspondí. Ella era una chica muy atractiva, lo reconocía, melena castaña clara, cabello liso hasta poco más de los hombros, lindos ojos marrones, facciones finas, una silueta delgada, cintura pequeña, en realidad era muy hermosa, pero antes de ayer lo único que recordaba de ella era la manera tan infantil que se comportaba, era una niña mimada, siempre hacía enojar a Ernesto con sus comentarios fuera de lugar, a mi no me gustaban las mujeres superficiales como ella, que nada les importa mientras se vean bien. Para nada era mi tipo.

Necesitaba pensar, pensé que la casa de huéspedes sería mi mejor opción por estar alejado de la casa, pero creo que no lo fue tanto después de traerme recuerdos de las veces que Marion y yo tuvimos intimidad aquí. Últimamente Sara y yo ya no platicábamos tanto desde que Ernesto y ella regresaron, me sentía feliz por ella, pero a la vez extraño de que ellos no se despegarán para nada, tal vez ese sentimiento eran celos de que yo no podía estar así con Marion, mi hermana era la única persona que siempre me escuchaba, consolaba y aconsejaba, siempre habíamos sido nosotros dos.

Creo que ahora me tocará superar el dolor solo.

Escuché como tocaron la puerta por lo que enseguida me puse de pie, era Karla. Se acercó a paso lento, sonreía como niña traviesa, mirándome fijamente como si yo fuera su presa.

- Hola Ciro, ¿que haces aquí? - preguntó con voz cantarina.

Pensé rápidamente como podía zafarme de ella, no me gustaba ser grosero con las personas y menos si se trataba de una mujer, pero necesitaba marcar mi distancia con Karla o la tendría sobre mí todo el tiempo.

- Me gusta estar solo – solté con voz seca, mientras regresaba al sillón donde estaba sentado hace unos momentos - ¿cómo me encontraste? - le cuestione.

Ella parecía estar observando el interior de la pequeña casita de huéspedes, los muebles eran viejos, hace mucho que no se usaba, desde niño me gustaba venir aquí a pasar mis ratos de soledad.

- Te vi pasar – dijo, encogiéndose de hombros restandole importancia - ¿puedo sentarme?

- Adelante – exclamé vencido mientras apoyaba mis codos en las rodillas.

Tragué saliva cuando se sentó muy cerca de mi, cruzada de piernas, esta vez no llevaba falda ni vestido, pero si unos jeans muy ajustados que hacían sobresaltar lo delineados que eran sus muslos. Desvié la mirada de ellos.

A ella le gustaba que la vieran, por que sonrío cuando aparte la vista, parecía como si lo supiera.

- Ayer dijiste que no podías besarme, pero lo terminaste haciendo ¿por qué? - preguntó de pronto con una extraña curiosidad.

Me recargué sobre el respaldo del sofá.

- No lo sé – respondí con sinceridad – ayer mi ex novia me confesó que estaba saliendo con alguien más, cuando tenemos poco de que terminamos una relación de más de ocho años, me siento fatal – le expliqué abatido, mientras revolvía mi cabello – siento haberte besado Karla, no me gusta jugar con las mujeres de esa manera.

Ella me veía con cierta compasión.

- A mi me gustó el beso – dijo soltando una risita.

Entre cerré los ojos.

- Vamos Ciro, fue sólo un beso, no le des tanta importancia, tenía frío – dijo en un tono de voz que me descolocó, como podía convertir una conversación seria en algo tan ligero, de un momento a otro, esta chica era increíble.

- Tienes razón fue sólo un beso, no tiene importancia – añadí con sarcasmo.

Ella volvió su rostro a uno más serio.

- ¿Por que si amas tanto a tu ex no peleas por ella? En lugar de estar aquí lamentándote como niño pequeño el que te haya abandonado, una relación e ocho años no se olvida de la noche a la mañana y en el amor y la guerra todo se vale – tal vez Karla tenía razón, debería intentar regresar con Marion una última vez, estaba convencido de que ella aún me amaba, ella misma lo dijo, pero estaba insegura sobre nuestro destino juntos, le haría ver que su felicidad era a lado mío nadie mas la iba a amar tanto como yo.

- Tal vez lo haga – expresé pensando en las posibilidades que tenía de regresar con Marion.

- ¿Regresarás a la capital con nosotros? - preguntó de repente con un pequeño atisbo de felicidad que me confundió - ¿qué tu ex no vive alla? - preguntó, ¿cómo sabía ella que Marion vivía en la capital? Dibuje una media sonrisa al pensar que tuvo el tiempo para poderlo averiguar.

- El departamento en el que vivía con mi hermana, esta ocupado, mi madre lo rentó a una amiga poco después de que regresamos a Montenegro el año pasado, por ahora no tengo a donde llegar, necesitaría buscar un nuevo lugar – la miré a los ojos.

- ¿Por qué no te vienes a la casa? De todos modos ya somos como familia y a Sara le encantara tenerte cerca – dijo con emoción.

- No lo creo – me apresure a decir – no me sentiría cómodo viviendo en una casa ajena.

Ella se quedó quieta como pensando en algo.

- No se diga más, le comentaré a Sara para que ella te convenza – me paralicé al escucharla por que puso su mano en el interior de mis piernas apoyándose para ponerse de pie, me guiñó un ojo como gesto de complicidad para después desaparecer de mi campo de visión dentro de la casa.

La actitud de Karla me desconcertaba, si no fuera por los consejos que me dio sobre Marion juraría que ella no perdía la oportunidad para coquetearme, que clase de chica era ella, una que nunca había conocido.

(…)

Horas más tarde ya estaba frente a mi hermana, quien estaba muy emocionada por la noticia que Karla acababa de darle, sobre que me iría a vivir a casa de los Cazares por un tiempo ¿en que mundo pensó eso?, eso era absurdo para mí y Sara me conocía por eso decidió verificar por si misma la información.

- No creo que me sienta cómodo viviendo en la casa de tu prometido – le dije a mi hermana mientras me recargaba en la pared del pasillo que daba a mi habitación.

- Le comenté a Ernesto y el dijo que no había problema, por favor Ciro en caso de que pienses ir a vivir a la Capital de nuevo, considera esta opción, yo me sentiría más tranquila si tu estas con nosotros – dijo ella en ese tono que a veces no podía resistir y siempre terminaba convenciéndome, sus ojos brillaban mientras hacía puchero.

- Necesitaría comenzar a enviar curriculums desde ya, me iría en cuanto consiguiera un empleo allá – le traté de explicar que no era tan sencillo. Sara bajo la mirada pensativa.

- ¿Por que no trabajas en Industrias Cazares?, puedo acomodarte en algún puesto – sugirió mi cuñado Ernesto al momento que se acercaba hasta donde estábamos nosotros.

- No quiero que me contrates sólo por ser el hermano de tu prometida – y era verdad, prefería trabajar en otro lugar por mis propios méritos, además Sara siempre se quejó del trato que Ernesto le daba a sus empleados, a mi no me gustaban las injusticias.

- No te contrataré sólo por eso, te he visto trabajar en la empresa de tu padre y se que eres bueno en lo que haces, te asignaría algún puesto que tenga que ver con RH – su voz era seria, decía la verdad, su mirada firme me decía que esperaba una respuesta positiva de mi parte.

Suspiré profundo.

- Bien, si ya todo esta resuelto que más da que pase un tiempo en la capital, me servirá de experiencia trabajar en Industrias Cazares – dije sin mostrar emoción, pero a la vez podría acercarme a Marion y saber quien era el tipo que la apartó de mi lado.

- En dos días nos vamos hermanito – avisó mi hermana con una gran sonrisa a la vez que ella y Ernesto entraban a su habitación.

Tendría que avisarle a mi padre que dejaría la fábrica por un tiempo, y a había comenzado a acostumbrarme a la rutina en Montenegro. Pero esta sería la última vez que luchará por el amor de Marion, después de eso no la volvería a buscar por más que doliera.