Para ser una chica universitaria de veintiún años, estaba tensa, y eso no le sentó bien a Demian.
—¿Eres virgen?—le preguntó. Realmente no quería tratar con una virgen y terminaría con esto ahora.
—No. Lo habrías visto en el informe —le respondió ella.
Él se apartó para mirarla.
—¿Cuántas parejas sexuales has tenido?
—¿De verdad quieres saber?—preguntó ella.
—Sí—afirmó.
—He estado con un chico.
—¿Uno?
—Sí, un chico. Noche de graduación, en un motel. Fue horrible. No es que crea que el sexo contigo va a ser horrible —dijo nerviosa.
Se mordió el labio y parecía totalmente preocupada. Demian se río.
—Está bien. Con ese chico ¿estuviste varias veces ?—preguntó.
—Solo fue una vez, y desde entonces me he centrado en mis estudios. Son importantes para mi. ¿Con cuántas mujeres has estado? —ella preguntó.
—He tenido más de doce mujeres—respondió.
–Ohh—dijo ella, sus mejillas estaban realmente rosadas, y lo encontró absolutamente adorable—.¿Quieres terminar con esto?—ella preguntó.
—No. Sin embargo, ahora tengo curiosidad. ¿Alguna vez te ha llevado un hombre al orgasmo?
—No.
—¿Alguna vez le has chupado la polla a un hombre?
—No—respondió—. ¿Podemos dejar hablar de esto? Es muy vergonzoso.
Él inclinó su cabeza hacia atrás para mirarla a los ojos.
—No encuentro esto vergonzoso. Quiero que lo disfrutes esto tanto como yo. Me encanta follar y escuchar gritar a una mujer. Eso es lo que vas a hacer. Vas a gritar mi nombre mientras te follo, y vas a rogar por más —dijo. Le dio un beso en los labios—¿Quieres eso?—preguntó.
—Sí—respondió.
—Bien. Vamos a la habitación—le pidió. El caminó delante para mostrarle el camino, una vez que llegaron encendió la luz— .Quiero que te quites la ropa interior y te recuestes sobre la cama con las piernas abiertas—le ordenó.
—Bien—dijo ella.
Cuando lo hizo él se bajó el bóxer, tomó un condón lo abrió y comenzó a deslizarlo a lo largo de su longitud. Estaba tan duro, y no recordaba haber estado tan emocionado por una mujer en mucho tiempo. Si no hubiera sido por su curiosidad por el sitio, nunca lo habría probado. Luego, por supuesto, había sido la facilidad de encontrar a alguien para el sexo a quien no tuviera que cortejar primero. Sugar Daddy Online parecía de mal gusto y a veces lo hacía sentir viejo, pero no le importaba Olivia. Ella había captado su atención solo por su fotografía, y sabía que tenía que tenerla. Era una mujer hermosa y le gustaba mirarla sonreír. Quería darle experiencias únicas. Miró fijamente su bonito coño el cual estaba un poco húmedo con sus jugos y se lamió los labios, deseando saborearla. Extendió sus labios ampliamente, deslizó su lengua por su clítoris antes de moverse hacia abajo para sumergirse dentro de ella.
Ella jadeó y su cuerpo se estremeció con su primer toque. Él la agarró por las caderas, manteniéndola en su lugar mientras le devoraba el coño. Sabiendo que él era solo el segundo hombre en tocarla, y el primero en saborearla, envió una onda de choque de necesidad primordial que lo recorrió. Quería dominarla por completo. Para borrar cualquier recuerdo que tuviera de alguien más tocándola. Los pensamientos y sentimientos que ella inspiraba lo sorprendieron por completo. Nunca había sido el tipo de hombre que reclamaba a una mujer. Su trabajo significaba todo para él. Moviendo la lengua de un lado a otro, encontró un ritmo que la acercó a la cima de su orgasmo. En el momento en que ella se corrió, gritando su nombre, lamió su crema saboreando el sabor, sabiendo que se divertiría mucho escuchando su voz haciendo eco en las paredes. Él cambió posiciones, agarrando su pene y frotarlo a través de su ranura antes de colocar la punta en su entrada. Lentamente, vio como empujaba su polla dentro de su coño, y ella estaba tan jodidamente apretada.
Su coño lo apretó como un puño mientras él trabajaba su polla dentro de ella, golpeando hasta la empuñadura.
—Vas a tener que acostumbrarte a mí. dijo, tomó sus manos y la sujetó a ambos lados de su cabeza. Se levantó un poco para poder mirarla fijamente. Un día pronto se la llevaría sin condón. Aún eran los primeros días y no tenía intención de hacerlo hasta que pudiera confiar un poco más en ella. Eran extraños y, sin embargo, aumentó la emoción. Realmente no sabía nada sobre ella, aparte de las cosas que estaban en el informe médico. Sin embargo, no se trataba de conocerla. Sexo por dinero, puro y simple. Salió de su apretado calor, comenzó a empujar dentro de ella. Quería que ella disfrutara de esto, y vio a Olivia luchar un poco con su longitud. Soltó sus manos, se echó hacia atrás para poder sostener sus caderas—.Toca tu coño por mí—pidió. Ella se agachó y él vio la vacilación dentro de ella. Tal vez hubiera una posibilidad de que él pudiera mostrarle qué esperar de un hombre, para compensar lo que hizo ese perdedor en la noche de graduación, solo satisfaciendo sus propias necesidades. Demian no quería la complicación de una relación, razón por la cual la tentación de Sugar Daddy era tan grande, pero eso no significaba que no quisiera que su pareja la disfrutara. Olivia había sido la única mujer que llamó su atención en ese sitio web, y tenerla debajo de él lo deleitó. Ahora, quería que ella se volviera adicta a él. Ingresó en ella, vio como Olovia acariciaba su coño. Los labios de su sexo estaban abiertos mientras deslizaba sus dedos por su clítoris—.Quiero que te corras con mi polla. Muéstrame cuánto te gusta —añadió. Sus embestidas aumentaron cuando su coño revoloteó alrededor de su polla. Se estaba acercando a encontrar su propia liberación, pero apretó los dientes, conteniéndose, esperando a que ella encontrara su propio pico.
Finalmente, cuando lo hizo, rodeo su polla. Demian se estrelló contra ella, encontrando su propio orgasmo en la suavidad de su cuerpo. Cuando terminó, se derrumbó y apoyó la cabeza en sus pechos. Ella no envolvió sus brazos alrededor de él, ya él le pareció extraño que no respondiera así. La mayoría de las mujeres querían abrazarse y, sin embargo, existía esa distancia de los extraños. Ella no lo conocía y él no la conocía a ella. Acarició la curva de su cadera y se lamió los labios—. Si no estuviera desesperada por el dinero, no habría estado en ese sitio, ¿verdad? preguntó.
—No—respondió ella.
Después hubo un Silencio.
—¿Disfrutaste?—interrogó.
—Fue muy agradable—dijo ella sonriendo—.No estoy acostumbrada a qué hacer después. Realmente disfruté lo que acabamos de compartir y yo ... eh, quiero que esto funcione —dijo. Luego salió de la cama y comenzó a cambiarse. Ella se dirigió después a la sala donde había dejado sus otras prendas. Él la siguió, la observó todo el tiempo, admirando su cuerpo, preguntándose por qué no estaba feliz. Eso era exactamente lo que quería.
Su celular sonó, recordándole que necesitaba regresar a la corte—.Te enviaré mi horario por correo electrónico— le recordó ella.
—De acuerdo—respondió él.
Cuando estaba lista lo vio a los ojos.
—Noté que había algo de dinero en mi cuenta. Me pagaste por adelantado incluso antes de que hiciéramos las pruebas —comentó.
—Así es—contestó.
—¿Por qué?
—Necesitabas el dinero. No quiero tener que preocuparme de que estés en la calle. Soy juez se de estas cosas—contestó.
Ella simplemente asintió.
—Nos veremos luego—dijo Olivia marchándose del departamento.