CAPÍTULO VI-1

2012 Words

Cuando ya el Conde se había ido, Thelma fue consciente de que la besó en los labios. Permaneció contemplando las estrellas y pensando que era lo más maravilloso que le había sucedido. Fue desde antes que comprendió cómo todo su cuerpo vibraba hacia él. Cuando rezara por el Conde en la capilla, su oración tuvo origen en lo más profundo de su corazón. Sin embargo, de alguna manera, hasta ese momento no había pensado en él como un hombre que se sintiera atraído por ella y que pudiera amarla. Comprendió así que su más ferviente anhelo era ser dueña del amor del Conde. ¡Por supuesto, lo amaba! ¿Cómo podía no hacerlo cuando era tan diferente a cualquier otro hombre que hubiera conocido y tan apuesto que parecía un dios griego? Aparte de eso, llevaba algo en su interior que respondía a to

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