THE ROGUE

GINA

SARA

Llevo en el aeropuerto de Washington 20 minutos y si definitivamente siento que se olvidó de mí

- ¡Sara!, ¡Sara! - Venía gritando un hombre de cabello n***o y ojos de color azul, con un traje azul marino que no se me dificulta a adivinar quién era por su traje de policía con el nombre del estado de grainspyn.

- Papá, pensé que te habías olvidado de mí... Ya me veía regresando a los ángeles de nuevo - Se lo decía mientras veía como corría hasta donde estaba yo.

- Lo siento mucho, hija, es que no podía zafarme antes de mi trabajo.

-Sí... es lo que veo - Lo mire de pies a cabeza - Toda la gente se nos queda mirando como si en cualquier momento me fueras arrestar - Digo mientras miro a nuestro alrededor.

- Tienes la misma actitud de tu madre y tan hermosa como ella.... Pero déjame abrazarte tiene años que ya no veo a mi pequeñita.

-Ya no soy una bebe, papá - Le dije mientras él me adentraba a sus brazos.

-Bueno, déjame cargo tus maletas, ya es noche y todavía nos falta un gran tramo para grainspyn- Dijo soltándome y agachándose para coger mis maletas del suelo.

-Está bien...

Vamos caminando fuera del aeropuerto para la camioneta, me subo en el asiento del copiloto y espero a que regrese de guarda el equipaje.

- Tu mamá me dijo que estudias fotografía - Me comenta, mientras se sube a la camioneta y nos ponemos en marcha.

- Sí, me gusta mucho.

-Sí... cuéntame algo de ti, que te gusta o que no te gusta hacer todavía falta algo para llegar a grainspyn y podemos pasar el rato charlando - Dijo mirando la carretera y después a mí.

- La verdad papá, no se me apetece hablar horita, estoy cansada por el vuelo, no sé si comprendas.

-Sí, te comprendo cariño... Porque no te duermes un rato y cuando lleguemos te despierto.

- Está bien - Cerré mis ojos y no me di cuenta cuando caí rendida, solo me desperté cuando sentí unos cuantos rayos del sol que me pegaban en la cara, me desperté desorientada y preguntándome en donde me encontraba, y las imágenes del viaje me golpearon de sorpresa y recordé que me encontraba en la casa de mi padre, el señor Green, me levanto de la cama, abro una de las maletas y saco una blusa blanca de tiras y unos pantalones negros, con una ropa interior de encaje blanca, camino hacia la puerta que imagino es el baño, pongo mi ropa en el lava manos, me retiro la ropa que ya traía y me meto a la regadera para bañarme con agua tibia. Termino de bañarme, tomo una toalla y me seco.

Mientras me visto y me maquilló pienso en algo que se me paso preguntarle a papá, si no se le había olvidado matricularme en la única universidad que hay aquí en el pueblo.

Venía bajando las escaleras cuando de repente me llega un delicioso aroma en la cocina, así que me dirijo así ahí, para encontrarme con Gina preparando el desayuno.

Gina es bonita no podía negar el por qué mi papá se había casado con ella, es joven tal vez unos siete u ocho años menor que él, de cabello n***o lacio y ojos azules.

- Hola - Le digo a Gina un poco insegura, entrando a la cocina, ya que no sé cómo se habría tomado la idea de que viviría con ellos durante un mes.

- Oh, hola querida, en hora buena despertaste ya serviré el desayuno - Me dijo volteándose y tomando unos platos.

- Mi padre, ¿Dónde está? - Le pregunte al ver que solo ponía dos platos en la mesa.

- Oh, tu papá salió desde la madrugada - Hizo un mohín con las manos restándole importancia - ya sabes cómo es su trabajo.

- Mm... ¿Siempre se va tan temprano?

- No, solo que parece que hubo un problema en el pueblo - Me dijo mientras se sentaba en la mesa y me incitaba a que hiciera lo mismo.

- Ok, Gina no sabes si mi papá me matriculo en la universidad.

- Si lo hizo, no te preocupes, que yo se lo recordé, nada más tienes que ir a la universidad a firmar uno papeles.

- Está bien, iré cuando termine de desayunar.

- Tu padre te dejo la camioneta para que fueras y vieras el pueblo, si quieres te puedo acompañar - Me dijo con una gran sonrisa.

- A no te preocupes puedo ir sola - Le contesté evasiva.

Ella suspiró.

- Sara, se que a lo mejor no te gusta estar aquí o que tal vez me veas como la zorra que destruyo el matrimonio de tus padres, Pero tu padre está muy feliz de tenerte un mes aquí, de hecho nunca lo había visto tan feliz como cuando supo que vendrías... Así que solo te quiero decir que has un intento por tu padre, quien sabe a lo mejor hasta te guste estar aquí.

-Tal vez Gina - Respondí mirándola a los ojos.

Ella desvió la mirada hacia mi muñeca, mirando con intriga mi pulsera.

- Muy bonita pulsera - Dijo cambiando de tema - Es familiar.

No sabía por su tono de voz si me había preguntado o me lo había confirmado.

- Sí, bueno mejor me voy a firmar esos papeles para comenzar mañana las clases.

- Está bien - Dijo ella llevándose su taza de té, que tenía a un lado, hacia su boca.

Salgo de la casa y me dirijo hacia la camioneta con las llaves en mi mano pensando en el comportamiento raro de Gina, mientras iba conduciendo para la universidad iba viendo el pueblo y el bosque, que se a remolaban al rededor del pueblo de grainspyn, me detuve en el estacionamiento de la universidad y solté un gran suspiró antes de bajarme de la camioneta y entrar por esas grandes puertas.

Al llegar a la recepción firmo todo el papeleo correspondiente.

- Esto es todo lo que tengo que firmar - Le pregunto a la recepcionista que me atendió.

-Si querida, mira estas son tus llaves del casillero que se te asigno cerca del otro chico nuevo, tu horario y un mapa del campus.

-¿Chico nuevo?

-Sí, así que no te preocupes no serás la única nueva en la universidad - Dijo con una sonrisa.

- Gracias - Le digo amablemente mientras voy saliendo de la recepción.

Mientras camino por el campus mirando el mapa, empiezo a notar como este se va llenando de estudiantes, pero no les presto mucha atención hasta que voy chocando con algo duro que me hace tambalearme para atrás y caer directo al pavimento.

- Disculpa me - Me dijo una voz mientras me ayudaba a levantarme.

- No, tu disculpa me a mí, no me iba fijando por donde caminaba - Le dije al chico de ojos azules, mientras mis mejillas se tornaban de un color rojo.

- Jajaja no tienes por qué pedir disculpas, ¿eres nueva?

- Sí, me llamo Sara.

- Hola, Sara, me llamo Tom - Dijo sonriendo y luego mirando detrás de mí - Bueno, Sara me dio un gusto conocerte, pero ya me tengo que ir a clases pero bienvenida a la universidad de Grainspyn.

- Sí, muchas gracias y adiós - Le dije mientras lo veía irse con sus amigos y yo me iba para la camioneta.

El recorrido a mi casa fue corto, cuando llegue mi padre ya estaba en casa.

- Hija, ¿cómo te fue? - Preguntó cuándo entre a la casa y lo divisé en un sillón con la televisión encendida en algún canal de deportes.

- Pues... supongo que bien entro mañana a clases y al parecer no seré la única nueva en la universidad - Dije sentándome a su lado en el sillón.

- Qué bueno amor, así no sentirás nervios, verás que te gustara estar aquí - Dijo mientras me abrazaba y me daba un beso en la cabeza, no le dije nada no quería lastimarlo.

-Y... ¿Cómo te fue en tu trabajo? - Le pregunte a mi papá recordado lo que me había dicho Gina en la mañana - Porque saliste muy temprano.

Voltee mi cabeza para verlo mejor.

- Así es mi trabajo hija...- Frunció el ceño - Han estado pasando varias cosas últimamente, así que si vas a salir cariño que sea en la mañana.

- ¿Por qué? - Le pregunte a mi padre, extrañada.

- Por nada Sara, ya conoces a tu papá como es ajaja, son vicios de su trabajo y preocuparse por nosotras - Dijo Gina llegando de repente al lado de nosotros y sentándose en su regazo para besarlo en frente de mí.

Mire para otro lado, asqueada, no era muy bonito ver a mi padre besarse con otra mujer que no fuera tu madre. Aunque ya estuviera casado con ella.

Después de la cena, me fui para mi cuarto a pensar como me iría mañana en una nueva universidad siendo la nueva o la medio nueva porque habría otro chico que también entraría mañana, en estos momentos como extrañaba a mía.