Un par de días después, Paola sigue sin querer hablar con ninguno de sus padre y la crisis en la que ha entrado a raíz de su accidente les deja vislumbrar que las cosas no van a ser como ellos imaginaban, ver a su hija tan afectada anímicamente no deja de hacerlos sentir miserables, la aman y quieren que todo mejore y no saben cómo hacerlo pues en lugar de ser la niña que solía ser se ha tornado un poco tosca y rebelde, es todo lo contrario a la niña dulce y cariñosa que siempre demostraba sus sentimientos sin miedo a nada, Paolo no puede evitar sentirse culpable por todo lo que está pasando con su hija, recuerda esa primera conversación que tuvieron antes del accidente en donde él le dejó muy en claro que no debía de interferir en su decisiones.
-Paola cariño - dice Paolo al quedarse a
