—Es una decisión que me ha costado tomar —traga saliva —especialmente sí es como dices, pero no quiero seguir lastimandome, tengo a mi hija y es el mejor regalo que Paolo me pudo dar en la vida, durante el tiempo que estuvimos juntos y es por eso que debo seguir cuidando de ella. Y sí estoy pensando en mi otra hija, no lo voy a conseguir. —Haré lo que me has dicho, —Antonia asiente —está bien que cuides de tu hija y que no descuides tu vida profesional, ahora Anto, deberías de intentar subirte el ánimo con respecto a lo de Paolo… —No puedo pensar en él, y por eso lo mejor es ir a la semana de la moda —suspira —aunque me cueste debo aceptar que es un hombre comprometido, que lo perdí y que no debo ser tan egoísta como para actuar tal como quiere que lo haga su mamá —explica nerviosa —, el