Antonia no puede creer lo que está escuchando, se sorprende al ver todo lo que está sucediendo con respecto a su hija, no sabe qué hacer o decir para pasar ese momento tan amargo, le parece tan irreal que su hija esté así de enferma y ella ni por enterada se diera. —... lo que sugiero —escucha a la psicóloga y ella sale de su ensimismamiento —es darle acompañamiento y que por el momento ustedes se muestren como un frente unido, ya sé que cada uno ha hecho su vida aparte pero es importante que en estos momentos Paola los vea unidos como los padres que son, hay que dejar de lado sus diferencias, y seguir trayendola a sus terapias. —Por mi no hay problema —Paolo la mira con el ceño fruncido —es decir, haré todo lo que sea para que mi hija esté bien. Doctora, hemos quedado en quedarnos en la