Amor prohibido 3. Cuando nadie ve.

18. Conociéndonos

Matías.

Noemí esta cocinando para poder almorzar algo y le pido que me cuente sobre ella.

-No se que quieres saber- dice timida.

-Algo de Ti, yo que sé. Aspiraciones, sueños, donde te ves de aquí a 10 años ponele.

-Mmm. Mi sueño es ser la mejor inversionista de América del Sur, vivir viajando- me mira con una sonrisa picara- bailar desnuda en la playa "Chihuhua", me veo en un sofá leyendo historias tras historias. No lo se realmente. Trato de vivir mi vida día a día.- expresa vagamente.

-¿Familia, pareja, hijos?

-Familia si. Amo a mi familia. Hijos no lo he pensado y por la pareja supongo que normal, no quiero llegar a vieja sola y que mis sobrinos me tengan que bañar.

Sus contestaciones son muy vagas, pero supongo que es porque no me conoce.

Yo analizo cada uno de sus movimientos y la imagino con una camisa mía, preparando el desayuno juntos.

-¿Tu?- me pregunta y la miro porque no estaba escuchandola- De ti si se que no se nada. Tu conoces a mis padres y todo.

Me rio de su última acotación y niego.

-No hay mucho se mi. Trabajo desde los 16 para luchar por mis sueños, tuve una sola novia y me dejó, vivo de las inversiones y tu papá fue mi primer socio importante.

-¿Cómo que el primero?

-Si. Un día lo vi salir de la farmacia con su túnica y el garete, me acerqué a él pensando que era el dueño para convencerlo de invertir conmigo. Obviamente se rió de mi y yo seguí insistiendo, hasta que me agarró el hombro asi- me paro frente de ella y aprieto apenas el hombro- y me dijo 'Si convences a ese tipo de dejarte invertir, me llamas y me sumo'

-¿Y luego?

-Me dejó su tarjeta y se fue- bromeó.

-No. Luego de eso.- se ríe.

Me rio con ella y le doy un beso mientras acomodamos la mesa y nos sentamos. Tengo que reconocer que huele delicioso.

-Me encontré con el dueño después de visitar tantas veces ese lugar, hablé con el y aceptó darme una oportunidad. - Me encojo de hombros porque no hay más.

-¿Tus padres?- me dice mientras tomo agua y me ahogo.

-Bien, supongo. - tampoco le voy a contestar nada.

Si por mi fuera diría algo como 'para mi, muertos', pero bueno.

-Me da curiosidad la ex tuya esa- dice sin mirarme. -¿Porque te dejaría?- levanta un hombro cuando lo dice.

-Yo la dejé- Me enderezo en la silla, esperando que siga preguntando.

-¿Por?

La curiosidad mató al gato, dice mi subconsciente.

-Porque es una persona tóxica y clasista.

-¿Que se supone que significa eso? - ahora me ve directo a los ojos.

-Enumeramos, ¿va?- comienzo a levantar dedo por dedo. - No quería que saliera, no le gustaba que tuviera amigas, no le gustaba que hiciera mis trabajos colectivo con chicas y no me queria gordo- culmino, pero me doy cuenta de que me faltó la más importante. Ella solo me mira- y no le gustaba que sea pobre.

-No me puedes decir todo eso y permanecer como si nada Matías.

-Yo sufrí mientras estuvimos juntos. Luego de que se acabó, se acabó.

Por un rato nos dedicamos a comer en silencio. Si cae un alfiler en mi cocina, seguro que se escucha, entonces decido ponerle actitud.

-¿Te gusta salir a bailar?

-No me gusta cuando hay mucha gente a mi alrrededor- hace una mueca de asco- pero me encanta bailar.

-Bailemos.

Extiendo mi mano y ella me mira, entonces tiro de ella y la llevo a la sala para darle play a mi lista.

Comienza a sonar 'La morocha' y me rio de la casualidad. Ella escucha atenta la canción mientras trata de seguir el ritmo del Cuarteto de Argentina.

- "Que alguien saque a bailar a la morocha

Que se muere de ganas

No puede hacer todo el campeón

Quiero que juegue la banda

A mí me gustan la' morocha' bien bonitas

Y mi amigo busca una rubiecita

Ella quiere un cuartetazo violento

Y, si ponen reguetón, que baje lento

Lento, lento, pero siempre atento"

Yo le canto y la señaló y ella se tienta de la risa.

Tengo programado todo para que se comience a reproducir la siguiente canción 5 segundos antes del final, y 3 del comienzo de la siguiente. Eso me permite omitir los segundos de silencio y mantener la concentración. Obviamente tengo de todo en mi lista.

Suena de todo y ella es muy buena moviendo ese cuerpo tan bello.

En un momento suena una canción de Rata Blanca y se sorprende cuando la acerco a mi luego de los primeros acordes.

Pego su cuerpo al mío mientras se eriza mi piel.

"Hoy desperté

Con un montón

De marcas en mi piel

Alguien por la noche me las dejó

Quiero saber

Si esto fue la magia de tus labios

Hay perfume de mujer

Flotando aquí"

Puedo ver como muerde su labio y la beso como nunca he besado a nadie.

De verdad no suelo besar a las chicas con las que me acuesto, me parece un gesto muy íntimo, pero con ella no razono.

Sus manos se mueven por mi espalda baja, pasando sus uñas en el proceso y más me enciende. Comienza a dar pasos y me lleva a la habitación para unirnos otra vez. La lista está en su punto rock y a su ritmo nos entregamos al placer.

Cuando quiero abrir los ojos otra vez, es de noche y la música sigue sonando. Miró mi reloj de pulsera y veo que son las 8. Tengo que apagar eso si no quiero que los vecinos llamen a la federal, asique con sigilo, me levanto y voy a la sala a bajar el volumen.

Voy hasta la cocina a tomar agua, ver que tengo en la heladera para ver que tenemos para cenar y pienso que tendremos que pedir delivery porque no tengo carne.

Vuelvo al cuarto a despertarla y la veo en el pasillo observando su antigua habitación antes de seguir disfrutando juntos.