Matías.
Ver a este tipo de nuevo, viendo a las chicas así, me resulta muy molesto.
Espero que Noemí le explique a su amiga lo que pasa y nos siga la corriente.
-No sabía que tenía una hermana.- dice como si tuviera que conocer toda mi vida.
-No tendría porqué saberlo, señor Dublin. Lo que no puedo explicarme es que hace acá- me giro hacia Holt- Porque es una reunión de socios.
-No se preocupe que solo venia en plan visita amistosa, señor Rivero. - se defiende.
-No tenemos mucho tiempo, asique si nos permite el atrevimiento, me gustaría avanzar. - queremos lo que venimos a buscar y listo.
-Nos vemos, amigo- se despide Dublin. - Hasta pronto, señoritas. Señor Rivero- me extiende su mano como si nada.
El señor Holt comienza a caminar hacia su oficina y las chicas ingresan primero. No puedo evitar mirar atrás y ver a ese tipo mirando sus cuerpos. Realmente es un asco.
-Tengo lo que pidió, Matías. ¿Gusta verlo aquí o después?- extiende el dispositivo en mi dirección.
-Yo lo miro tranquilo. No sé preocupe. Ahora vamos a revisar los números. Le presento a Alfonsina Rial, otra de las alumnas. -desvío el tema sabiendo lo que contiene el aparato.
-Mucho gusto, Miguel Holt para servirle- le extiende la mano con educación. - Bienvenida nuevamente señorita Ferreira.
Revisamos los números y podemos apreciar que va en buen proceso. Ya vamos terminando y puedo notar que casi cae la noche. Tal vez las chicas tengan hambre y podamos parar a comer algo antes de que salga el vuelo a las 11 pm.
Nos preparamos para irnos cuando Miguel me detiene.
-Señor Rivero. Al otro día que se fueron, vino un muchacho a traerme esto para usted.
Me entrega un sobre amarillo con un material firme pero flexible.
-Muchas gracias.
Nos terminamos de despedir y salimos para la calle.
-Si tienen hambre podemos pasar a merendar algo fuerte. Faltan 4 horas para el vuelo- les digo con mi estómago pegado a la espalda.
-Si, si no le molesta- contesta Alfon.
-Ustedes no se, yo muero de hambre- les digo con una sonrisa.
-Vamos entonces. - accede.
Nos adentramos al primer café que hay abierto y pedimos algo para merendar.
Por lo que puedo observar, ambas tienen gustos similares en cuanto al café. n***o y espumoso. Piden una pizza para compartir y yo un tostado con el café igual de n***o.
El sobre en mis manos me da curiosidad y lo abro.
Miro lo que hay dentro y puedo jurar que son al menos 30 o 40 foto aunque no se de que.
Saco la primera con la impresión hacia mi y lo que veo me deja perplejo. Somos Noemí y yo mostrando nuestras manos. Hay un anillo allí.
Casi en estado de pánico levantó mi mano izquierda hacia mi rostro y veo que no tengo nada. Observó la de Noemí y tampoco.
Por un momento respiro aliviado, pero se me ocurre sacar más fotos mientras ella hablan entre ellas.
Me alarmó al instante.
No se para que sino martirizandome con esto. Hay varias fotos de nosotros frente a una maldita capilla. Muchas muchas. Quizá la mitad de ellas. Otro conjunto de fotos muestran a Noemí con un velo de novia muy corto, como los que se usaban antes y ahora si me muero.
Algo tiene que estar mal en todo esto. Ahora me urge ver el video, pero no puedo hacerlo
acá. Noemí parece reacia a decirle a su amiga.
Mierda, mierda, mierda.
-Matías- Noemí toca mi mano y la miro- ¿Que si nos vamos?
-Mmm si. Vamos.
Dejo dinero en la mesa y me detiene su amiga.
-Ya pagamos, hace rato. Te estábamos hablando pero no nos escuchaste- me dice Alfonsina.
-Disculpen
Salimos del café y yo voy perdido en mis pensamientos.
Abordamos el avión con ellas diciendo todo el tiempo lo que tenemos que hacer y ya comienzo a frustrarme.
El camino se me hizo eterno pero, al fin estoy en mi casa y decido que tiene derecho a elegir si verlo conmigo o que le cuente lo que veo y le envio un mensaje.
'Tengo el video. No se si quieres verlo conmigo o si prefieres que lo haga solo y tu lo ves después o que te cuente.'
Espero por lo que parecen horas. Quedé con muchas dudas y decido sacar las fotos y verlas una por una.
En cada una de ellas aparecemos juntos, pegados como lapas, en esa capilla y en la puerta del hotel donde nos quedamos.
De verdad necesito saber que bebimos tanto que se nos ocurrió disfrasarnos, porque si esto es lo que me imagino, no va a ser fácil de solucionar.
Ella me contesta y mi corazón se detiene, porque si las fotos me dejaron así a mi, que se supone soy un hombre, no quiero imaginar como va a estar ella.
'Quiero verlo contigo, así que esperemos que mis padres se vallan el lunes a la mañana y lo vemos en la tarde mientras Alfon esta en la U'
Por un momento pienso en mandar una captura de lo que estoy viendo en este momento en todo el piso de mi casa, pero no se si sea buena opción.
Trato de comer algo, a la fuerza. Mi estómago está cerrado, entonces hago lo único en lo que soy bueno cuando una situación me sobrepasa.
Quito toda mi ropa de camino a mi habitación, tomo ropa deportiva y me interno en el gimnasio.
La conversación sobre mi estado físico en mi adolescencia viene a mi mente. Ella me conoce así con mis buenas horas a la semana metido aquí adentro, con buen trabajo y buena cuenta bancaria. No quiero pensar en lo que puede pensar del Matías de aquellos tiempos. Era tan manipulable que mi ex hacía lo que quería conmigo. Y yo muy idiota que hacía lo que ella me pedía para no perderla.
Ahora soy un hombre y decido tomar al toro por los cuernos, en el momento en el que tengo que hacerlo. Respeto a la persona con la que salgo, pero no estoy dispuesto a que hagan conmigo lo que quieran. Nunca más.