Noemí.
Ya hace tres días que volvimos de Las Vegas. El señor Holt nos prometió una copia de todas las cámaras del lugar, hasta las de afuera. Eso nos da tranquilidad.
Yo comencé las clases el viernes y debo decir que me gusta y me distrae. En la tarde vamos con Alfonsina a trabajar con el. Por el momento solo hacemos el papeleo, cargamos números y leemos reportes para mantenernos informadas y saber algo más de esto.
Nuestros encuentros se han reducido a no mirarnos a la cara.
Mi amiga nota que algo pasó, pero yo me hago la otra. No quiero contarle nada. Se que es mi amiga, pero no puedo hasta saber lo que pasó. Tal vez cuando suceda lo logre.
Este fin de semana, Alfon va a casa porque es el cumpleaños de uno de sus hermanos. Compró el pasaje y les va a caer de sorpresa.
Busqué a ver si podía ir con ella, pero los pasajes están agotados, asique me quedaré sola todo el fin de semana.
El día pasa con normalidad. Clases, trabajo en la empresa, que de echo son dos oficinas anexadas. Por lo que dijo Matías, diseñadas por mami. No hay mucho personal. Sólo dos personas que hacen de todo un poco y él que va y viene todo el día.
Ya estamos por finalizar la jornada y en el auto tengo las maletas de mi amiga.
Cuando llega el momento nos despedimos y nos vamos.
-Dile a mis padres que no conseguí voleto, sino hubiera ido contigo.
-No te preocupes. Me siento un poco responsable porque si te hubiera dicho, podías conseguirlos con tiempo, Noe.
Mi amiga siempre tan considerada. Por eso la amo.
-No te preocupes Alfon. Voy a aprovechar a dormir, leer y limpiar la piscina así cuando vuelvas la podemos usar.
- Bueno. nos vemos el domingo a la noche. Te amo.
-Yo te amo a ti.
Ella ingresa corriendo y yo me voy a casa. Tal vez ponga una peli tranquila.
En mi mente pienso en todo lo que hemos estado haciendo en la oficina. En un buen ambiente laboral y de verdad estamos aprendiendo muchísimo.
Llego a casa, tranco la puerta y me dirijo a la cocinaa hacer palomitas me maíz. Luego pienso que quiero refrescarme y voy a mi habitación. Me doy un buen baño en la tina y pienso en los últimos acontecimientos. Necesito saber que pasó con ese bombón antes de que enloquezca.
Me pongo un pijama de musculosa y sport y vuelvo a preparar las palomitas para disfrutar de un cine privado.
Lo bueno que tiene estar sola, es que puedo mirar lo que quiera. Lo que quiera se me antoja 365, la primera parte.
La verdad que ver la interacción entre los personajes pone a volar la mente.
La escena contra el ventanal hace que lleve mis manos a mis senos. El calor que se extiende por mi cuerpo es delicioso.
Mis manos siguen bajando por mi cuerpo y llegan a mi intimidad, donde una humedad desconocida me recibe.
Muchas veces he visto este tipo de pelicula, pero esto es nuevo para mi.
Mis dedos juegan con mis pliegues y mi mano se apoya en mi pubis causando más placer. Una electricidad recorre mi cuerpo entero, desde mi nuca por toda mi espalda y desde mis brazos y piernas todo hacia mi centro. Siento como una ola me comienza a recorrer, hasta que suena el timbre de mi casa y me detengo de golpe.
Mierda. ¿Quien será?
Solo puede ser mi amiga. Si el vuelo se retrasó por algo, quedo varada en el aeropuerto por horas.
Deje la llave puesta por el lado de adentro, asique si intentó ingresar la suya, no pudo.
Acomodo mi ropa como puedo y voy a la puerta cuando escucho el timbre volver a sonar.
Mi cuerpo se siente muy caliente y siento rojo en la cara.
No es nada que ella no haya echo ya asique ni me apeno.
Tomo el pestillo y lo abro dispuesta a abrazarla porque ha de estar desconsolada por haber tenido que volver.
Cuando levanto mi vista, lo primero que veo es un sobre y más arriba un pecho muy firme. No es que esté sin remera, es solo que ya lo vi en todo su esplendor.
Mi rostro es una brasa encendida en este momento y mordiendo mi labio oculto el gemido que quiere escapar al ver sus ojos sobre todo mi cuerpo.
-Buenas noches, ¿interrumpo?
-Hola. no, pasa. - trato de controlar mi voz.
Nos dirigimos a la sala y los sonidos de la película lo hacen mirarme.
Por favor tragarme tierra y escupeme en el Ártico.
Carraspeo y tomo el control para apagar la televisión.
-Yo creo que si interrumpo- me dice señalando la pantalla y luego mi cuerpo con una ceja alzada pero sin mirarme directamente a los ojos.
Mierda. Ese gesto es muy sexy. Recuerdo a Máximo hacerlo con la protagonista y tenso mis piernas ante las sensaciones. Eso hace que se sientan aún más profundas y muerdo mi labio para apagar los sonidos.
El mira mis labios y se acerca para desarmar mi amarre.
-Te vas a lastimar- me dice en un susurró a centímetros de mi.
Que me perdone dios y mi padre. No lo soportó más. Tomo su cuello y lo beso.
En primera instancia trata de resistirse, pero cuando tomo uno de sus labios con mis dientes y tiro suavemente de él, deja lo que tenía en la mano y toma mi cintura para pegarme a él.
Nos besamos fuerte, con lengua y dientes de por medio hasta que toma mis glúteos y me levanta. Al mismo tiempo que siento el calor de su cuerpo traspasar su ropa, me apoya contra la pared.
No guardo el gemido que sale de mí y parece fascinarle.
Camina conmigo colgada a él y se sienta en un sofá. Refriego mi cuerpo sobre el suyo en búsqueda de calmar las sensaciones, hasta que cuela sus dedos dentro de mi.
Luego nuestras ropas desaparecen y continuamos yo, encima de él.
No puedo describir lo que sentí cuando nuestros cuerpos estuvieron así.