Matías.
Su cuerpo está en la encimera de mi cocina, donde me encargo de tomar su cuerpo a mi antojo. Toda la situación es estresante, pero lo solucionaré para ambos.
Toco el perfil de su cuerpo desde sus hombros a sus caderas. Una de mis manos va al cierre del vestido en su espalda y bajo toda la parte superior. Me concentró en sus senos por un rato hasta que la obligó a levantar sus caderas para que ese trapo termine en el suelo de mi cocina.
Ahora todo se detiene. No pienso, no hablo, no siento. Ninguno diría yo. Solo fuimos dos cuerpos entregados al placer.
Ella no demora en irse y yo en comenzar a planear como irnos para allá, con una escusa en la que Alfonsina no quiera participar, porque lo hablamos y no la quiere meter en esto, ni siquiera se puede enterar.
Me pregunto si sabe que cuando se deja de estar soltero a casado, nunca se vuelve al primer estado. Es una chica inteligente, asique asumo que si.
Todo esto me lleva a la discusión suya con su padre. Primero que nada pienso que nadie es suficiente para la niña del señor Ferreira y segundo que tiene miedo que se acerquen a ella solo por interés.
No se si es mi propio pasado o sus palabras de que no significó nada para su familia, que me comienzo a cuestionar todo lo que hacemos. La inseguridad se hace parte de mi pensamiento mucho tiempo hasta que caigo rendido.
Al otro día, propongo un viaje para hablar de estrategias de marketing entre semana.
-Yo no puedo el jueves, tendría que ser viernes para que pueda ir- comenta Alfon con pesar.
-Yo si puedo, pero no se que quiere Daniel - dice Noemí, a sabiendas de antemano lo que planeo.
-El se retira unos días desde el jueves en la noche. Después de medio día es el único lugar que nos pudo hacer. - comento en falso sentimiento de afición.
-Si quieren lo planeamos hoy y ustedes se encargan se exponerselo- sugiere su amiga, tranquila.
-Es viable. - accede Noemó- Manos a la obra.
Planeamos todo como si la presentación fuera real. Cada uno pone lo mejor de si y es tan bueno el resultado que es muy posible que lo comparta con Holt.
A los dos días, luego de un miércoles ajetreado, viajamos rumbo a la maldita capilla.
La suerte no nos acompaña y nos encontramos a nuestro socio en la calle de la capilla.
-No sabía que vendrian- nos habla.
-Usted vio las grabaciones ¿verdad?-
El tono de Noemí parece más acusacion que pregunta. Pero cuando veo a Daniel bajar la mirada, se que esta en lo cierto.
-La verdad me causó curiosidad su solicitud y si lo vi.
-Entonces sabe que posiblemente su amigo nos haya drogado ¿cierto? - ella se mantiene firme.
-Si y estoy buscando los contactos correctos para sacarlo del bufet de abogados que me representan.
-¿O sea que no es solo su amigo?- esto se pone raro.
-No. -pasa una mano por su pelo mientras nos mira. - En realidad nos hicimos amigos luego de que el me representara en un juicio por difamación. Lo ganó y quedamos como amigos, pero el ya trabajaba para la firma de abogados que me representan en los negocios.
-Esto no puede estar pasando- Noemí da vueltas en su eje frustrada.
-Las grabaciones ¿no serían pruebas de que es poco ético?- pregunto.
-El tema es que nadie en este lugar se atreve a meterse con el. No estoy seguro de si ponerlas ahí nos brinda los resultados que quiero. - nos aclara.
-Déjeme pensar en algo- dice Noemí. - Vamos a solucionar lo demás. Luego lo vemos. Prometo volver con respuestas.
Jala mi mano y entramos a la capilla.
-No pueden renovar votos si no hace un mes que están juntos- nos dice el Elvis
-En realidad es todo lo contrario- Noemí no me permite hablar- vinimos a anular el matrimonio.
-Eso no se hace acá, tiene que ir a registros públicos con su abogado.
-¿Porque llevaría un abogado?- intercedo.
-Porque tienen que demostrar alguna razón por la cual anular, o solicitar un divorcio- se encoje de hombros.
-Vamos Matías.
Vuelve a tirar de mi mano y con su mano libre entra a Internet para buscar la dirección y hacia allí nos dirigimos.
-Buenas tardes. Necesito solicitar anulación de un matrimonio- pone su mejor sonrisa mientras habla con una señora en la ventanilla.
-Necesita el acta de matrimonio y dos testigos que aseguren que no ha pasado nada, de otro modo tienen que solicitar el divorcio.
-No podemos traer a nadie aquí Matías. Tenemos que ir por el divorcio- me dice con sus dientes apretados.
-Ok- es lo único que pronunció mientras pienso que no puede ser tan malo.
-Llene la fórmula y presentese con su abogado en 3 meses.
-No tengo abogado y lo necesito urgente.- Le refuta ella.
-Pues sin abogado será en seis meses, que es cuando están disponibles los de oficio
-Esto no puede estar pasando- chilla frustrada.-Por lo que comentó Daniel, no podemos pedir a nadie de acá.
-¿Ustedes no tienen un abogado? ¿Mauricio?- pregunto, quizá sirva de algo.
-Mauricio no puede saber porque lo sabría mi padre también. -pasa la mano por su rostro- Tenemos que solucionarlo solos. En México tiene que haber alguien que pueda ayudarnos y que de paso se atreva a meter a ese abogaducho a la cárcel.
-Vamos a hacerlo, si. Tienes razón.
Con eso en mente, aprovechamos el estar acá para mostrarle el trabajo que hicimos al señor Holt. Nos concede una reunión privada para ver el producto, que a demás de yo mismo sentirme satisfecho, a el lo deja encantado.
La propuesta de marketing de las chicas es verdaderamente espectacular. No se me habría ocurrido negociar con las aerolíneas para que se vendan paquetes completos.
Luego de que Holt aclarara que los rumores corren rápido por este mundo y más en este lugar, prometió que no diría nada sobre nuestro matrimonio.
Noemí quedó tranquila. Yo me sentí herido y no se porqué.