Tenía el anillo que ella misma había elegido, también el de Alejandro, pero él no lo podía usar en el penal. Miraba su dedo, llevaba dos días de casada con aquel hombre. Un sueño que siempre había tenido Abigail Clinton, aunque no bajo las condiciones en las que habían sucedido las cosas. Era su esposa y eso era lo único que importaba. Lastimosamente recién comenzaba el proceso pasa sacar a Alejandro de la cárcel, pero no se pudo evitar su traslado. La mujer sabía que en ese mismo pueblo abandonado vivía Ariel, ¿coincidencias? No tenía la menor idea, pero allí ya no la necesitaban, ella tenía que desaparecer, largarse, irse lejos, salir del país, buscar otros rumbos. Abigail quería Ariel lejos. No era un secreto que Alejandro estaba enamorado de ella y cuando él saliera libre, Abig