Cuando Ariel se dio la vuelta, Abigail se acercó a Alejandro con ambas manos en sus hombros y acercando su rostro al de él. “¿Esa es Ariel? ¿Cuándo llegó? ¡¿Y quién es ese hombre?!” Le preguntó a Alejandro. “¿Están divorciados? ¡Di una maldita cosa!” “C Á L L A T E.” Dijo, retiró sus manos y avanzó decidido a interrumpir aquel baile que Ariel hacía con ese desconocido, tenía demasiadas preguntas que hacerle y aún seguía asombrado con la presencia de ella. “Ariel.” Se colocó en medio de ambos, interrumpiendo el baile, ella lo miró frunciendo el ceño. Cuando él iba a tomar su mano, Ariel esquivó su agarre y levantó el rostro. A pesar de los tacones que llevaba puesto, Alejandro era más, mucho más alto que ella. El corazón de aquel hombre iba realmente de prisa y no, no se podía creer que e