[AMADEO]
Que mi padre nos pidiera el favor de venir a la empresa a buscar unos documentos antes de llevarnos a Antonella y a mi a la casa, no es algo que me agradara mucho dado que estoy bastante cansado por tanto viaje, pero al parecer esos papeles eran muy importantes y tenía que buscarlos para así firmarlos y dárselos a abogado. Mi madre se ha ofrecido a darle un recorrido de la empresa a mi prometida, y mientras tanto yo, divago por los pasillos del área de diseño; una de mis favoritas ya que aquí jugábamos An y yo cuando veníamos a la empresa con nuestros padres.
—Terminemos entonces, te dejo libre para que puedas hacer lo que quieras con quien quieras— Escucho que dice una voz femenina, pero no tengo tiempo a saber de donde viene, ya que alguien abre una puerta y se choca conmigo. Veo como una cantidad de bocetos han caído al suelo y la mujer se agacha a recogerlos.
—Scusa non ti ho visto— (Disculpa, no te he visto) me disculpo, y le ayudo a recoger todos los papeles hasta que de pronto levanto mi mirada, y me encuentro con esos ojos negros que no importa cuanto tiempo pase, siempre los reconoceré —¿An? — Pregunto sorprendido. Su rostro esta muy cambiado, ya no es la adolecente aquella de 14 años que me robo un beso en aquella discoteca, y si bien había visto algunas fotos en los perfiles de las r************* de nuestros amigos, tenerla frente a frente hace que todo se vea diferente.
Ella no dice nada, simplemente recoge los papeles con mucha prisa y prácticamente sale huyendo sin darme tiempo a decirle algo o intentar detenerla —¡Anahí, hablemos! — Escucho la voz de un hombre y al mirarlo, me doy cuenta de que se trata de mi amigo de toda la vida.
—¿Giulio? — Pregunto y sus ojos se fijan en mi abriéndose de par en par.
—Amadeo… no esperaba verte aquí— Murmura —¿Cómo estás? — Me pregunta saludándome con un abrazo al que correspondo inmediatamente.
—Muy bien, ¿y tú? Llegue hace un momento, pero mi padre tenía que buscar unos documentos urgentes… ¿Esa era Anahí? — Pregunto con dudas.
—Estoy bien, bueno más o menos… la verdad es que me has agarrado en un mal momento, Anahí y yo estábamos hablando de algo y discutimos— Me responde y noto las ansias en su voz.
Tal vez no es lo que estoy pensando… —¿Tú y ella…?— Me atrevo a preguntar.
Él asiente —Hace dos años que estamos juntos— Rebate —Amadeo, me quedaría conversando contigo, pero tengo que ir a buscarla, lo siento— Me dice y sin más me da un leve golpe en el hombro para después alejarse de mi.
《¿Anahí y Giulio?》Me pregunto por dentro y tan solo observo como mi amigo va detrás de ella. 《¿Será por eso que ella ha dejado de hablarme?》Me pregunto por dentro y me doy cuenta de que las cosas han cambiado muchísimo más de lo que creía.
Tengo la intención de seguir caminando por el pasillo para ir al área de manufactura, cuando veo otro papel tirado en el suelo. Me agacho, lo recojo y observo el boceto del hermoso vestido de novia con la firma de Anahí Del Valle en la parte de abajo —Te has convertido en diseñadora…— Murmuro a la nada y sonrió al recordar las muchas veces que me hablo de sus ganas de estudiar diseño de moda y como jugaba con los retazos de tela cuando éramos pequeños.
En mi mente se cruzan muchísimas preguntas que me gustaría hacerle, quisiera saber como ha estado, que me cuente de sus sueños, de sus anécdotas… no sé tal vez volver a ser aquellos dos cómplices que se decían todo —Hijo, aquí estás— Me interrumpe la voz de mi madre y de inmediato me levanto del suelo.
—Si, ¿ya terminaron? — Pregunto mientras que Anto se acerca a mi y me toma de la mano.
—Si baby, la empresa es increíble— Me dice mi prometida y sonrió.
—Te lo dije, es un legado familiar— Le comento y luego miro el boceto —¿An está trabajando aquí? — Le cuestiono a mi madre.
—Si, apenas termino la universidad comenzó a trabajar aquí, es una talentosísima diseñadora, David está más que orgulloso de ella— Me explica.
—Apenas me cruce con ella, pero no sé estaba discutiendo con su novio y se fue— Comento y soy consciente de que Antonella me hará preguntas al respecto.
Mi madre se sonríe y niega con la cabeza —Ay ese par… Si fuera por ese chico ya estarían casados y con tres hijos, pero nadie sabe porque Anahí le da largas al asunto— Comenta y se sonríe —¿Vamos? Tu padre ya firmo los documentos y tus hermanas están ansiosas por verte— Propone y a pesar de las miles de dudas que tengo al respecto de lo que ha dicho de An, decido asentir y hacer que Anto y yo nos vayamos de aquí.