En mi vida solo tú

4. Reencuentro Familiar

[AMADEO]

—Es hermosa— Comenta Antonella cuando bajamos del auto y ya estamos frente a la casa. 

—Lo es, tengo muchos recuerdos en este lugar— Respondo tomando su mano y haciendo que avancemos mientras que uno de los empleados se encarga de nuestro equipaje. 

—Debe de tener muchas habitaciones, ¿no? — Cuestiona mientras que observa cada detalle. 

Sonrió y asiento —Las suficientes como para hospedar a un gran numero de personas— Informo divertido y a los pocos pasos mi padre abre la puerta para que entremos, y claro, como era de esperarse, los ojos de Antonella no saben en que centrarse primero. 

—Increíble… realmente no me habías dicho que vivías así en Milán— Me dice en una especie de reclamo que hace sonreír a mi madre.

—A Amadeo no le gusta alardear de cosas materiales— Intercede mi madre haciéndome sonreír y de repente un grito nos distrae a todos.

—¡Hermanito! — Escucho la voz de Ciara y al mirar hacia enfrente, allí esta mi hermosa hermana corriendo hacia mi haciendo que su cabello rubio se mueva de manera exagerada —¡Por fin has regresado! — Añade y sin darme tiempo a nada, prácticamente se cuelga de mi haciendo que deba soltar la mano de Anto para poder abrazarla —Te extrañaba mucho— Me dice emocionada.

—Yo también te he extrañado muchísimo— Le digo sin soltarla.

Poco a por nos vamos soltando y cuidadosamente la bajo al suelo —Estas muy alto— Se queja divertida, pero de pronto su mirada se enfoca en Antonella —Hola, soy Ciara… tu debes ser la novia de mi hermano, ¿no? — Le pregunta con esa simpatía que la caracteriza y saluda a Anto.

—Un gusto, si soy la novia de tu hermano, Antonella— Se presenta y la saluda. 

Mi hermana y Anto están halagándose mutuamente, cuando de pronto escucho el llanto de un bebé —Discúlpenme, iré a conocer a mi sobrino— Digo y sigo caminando hasta llegar al salón principal y veo a mi hermana Gianna con su bebé en brazos —Todavía no puedo creer que mi hermanita sea mamá— Comento llamando su atención y voltea a verme.

—Mira quien ha llegado hijo— Le dice mi hermana mientras que camina hacia mi con Fede en brazos.

—Pero mira que preciosidad de sobrino que tengo— Digo haciéndole muecas que al parecer funcionan para que él se calme.

—¿Quieres ir con el tío Amadeo? — Le pregunta mi hermana al bebé y con muchísimo cuidado me lo entrega.

—Esta precioso Gianna, felicidades— Comento y la saludo con una enorme sonrisa en mi rostro.

—Gracias, la verdad es que si, es hermoso— Dice divertida.

—¿Y el papá? — Me atrevo a preguntarle.

Ella sonríe —En la empresa trabajando— Responde con orgullo y es que según me ha contado mi padre, Dante ha asentado cabeza cuando supo que sería padre.

—Que bueno, supongo que en la cena de esta noche lo conoceré— 

—Claro que si, creo que él ha invitado a Giulio y Anahí, no estoy segura— Me deja saber. 

—¿Ah si? — Cuestiono un poco dudoso y asiente. 

—Si, después de todo Anahí es la madrina de mi bebé— Explica y esto si que no lo esperaba.

—¿Y el padrino? — Averiguo.

—Obviamente tú, claro si quieres— Informa robándome una de las más amplias sonrisas que puedo llegar a dar.

—Claro que quiero, ¿Cómo no voy a querer ser el padrino de este bebé tan hermoso? ¿a que tu quieres que yo sea tu padrino? — Le pregunto a Fede mientras lo levanto un poco para mirarlo a los ojos y su sonrisa es mi mejor respuesta.

—Baby, que bien te queda ese bebé— Escucho la voz de mi novia, y realmente no quiero que se entusiasmé mucho con este asunto.

—Muchas gracias, pero permíteme presentarte a mi hermana Gianna— Le digo y es así como ellas dos comienzan a conocerse.

[ANAHÍ]

Todavía no puedo creer que me haya reencontrado con Amadeo y que haya sido de esa manera. Siento mi corazón latiendo a mil por hora y este hueco olvidado en la empresa es mi refugio para que Giulio no me encuentre, pero esconderme de todo el mundo no es posible —Te vi entrando aquí— Me dice Dante apenas entra a esta olvidada oficina y me sonríe. 

—¿Discutiendo con Giulio nuevamente? — Me pregunta y asiento.

—Lo nuestro no funciona, creo que lo mejor es que rompa definitivamente con él— Le explico a uno de mis mejores amigos, aunque en realidad nuestra amistad es consecuencia de la relación que tiene con mi mejor amiga.

—Termina con él entonces, ya verás que encontraras a alguien mejor. — Me sugiere y simplemente le doy una leve sonrisa —Cambiando de tema, ¿vendrás hoy a la cena? — Me pregunta y me doy cuenta de que lo había olvidad por completo.

—No sé si deba ir, estará él— Explico y Dante simplemente me sonríe. 

—Será el padrino de Federico, lo tendrás que ver de todas formas— Informa y si bien contemplaba esta posibilidad en mi mente, es muy diferente saber que es una realidad. 

Respiro profundo e intento comportarme a la altura de la circunstancia y tan solo asiento —Allí estaré, no te preocupes— Respondo finalmente.

—Gracias, oye… yo tengo que marcharme, pero ¿tú estarás bien? — Indaga un tanto preocupado y asiento.

—Si, no te preocupes, nos vemos esta noche— Le dejo saber y después de sonreírme, él sale de la oficina dejándome aquí con el corazón acelerado al saber que inevitablemente volveré a ver a Amadeo.