Lo siento

1609 Words
Alison tomo lo que el médico había recetado, una de las pastillas le provoco un sueño tan profundo, sin contar con lo poco que había dormido la noche anterior termino por quedarse sumida en un profundo sueño. — Ali, ¿Estas despierta? Alison no había sido consciente de las horas que habían pasado, aún era de día, pero se sentía muy cansada, adolorida, sabia que era quizá por lo que había sucedido con James, estaba tan apenada, no sabía como contarle a su hermana Antonella lo que había pasado entre ella y su novio. Antonella era mayor que ella, siempre la había aconsejado, era esa hermana con la que siempre contabas, la que tenía un buen consejo para todo, obedecía a sus padres, jamás daba problemas, por el contrario trabajaba con su madre en la mansión de los Richmond después de clases, pero este día su madre le había comentado lo que sucedía con Alison, la mujer pensaba que quizá al ser tan abierta con Antonella le contaría lo que sucedió y podrían resolver la situación como una familia. Alison observo a su hermana con el rostro lleno de preocupación, lo supo de inmediato, Anto ya lo sabía seguramente, Ali se abrazó a su hermana, se aferró a ese abrazo que de pronto le dio conforte a su alma. — Tranquila, Ali, vamos a superarlo, sacalo de tu interior, llora si eso es lo que necesitas hermana, no dudes que estamos aquí para ti, te equivocaste, eso sucede, pero no dejes que eso te derrumbe, llora por favor, saca eso que ahora duele, porque hoy lastima, pero mañana te fortalecerá.... Antonella era como un alma vieja, esas jóvenes que desde niñas tienen el papel de madre, siempre ayudaba en casa con los quehaceres, lavado de ropa, limpieza, cocina, era buena en ello, a diferencia de Alison, que también era buena en ello, pero lo odiaba, prefería lavar los suelos que entrar a la cocina. — Hice una tontería Antonella, mis padres jamás van a perdonarme. Alison lloraba con tanta fuerza, sentía un nudo en la garganta que no se alejaba, que se implantaba con mas fuerza, la culpa era espantosa, le dolía ser el motivo de la vergüenza para su familia. Escucharon unos pasos subir la escalera, debía ser Anastasia, la menor de las 3. — ¡Al fin en casa! Anastasia era una chica menor que Alison, tenía 15 años, ella era un torbellino de fuerza, tenía una voz como ella lo decía importante, jamás se quedaba callada, tenía una opinión y la daba, a diferencia de sus hermanas que eran un poco mas tranquilas, sobre todo Alison, que era si se podía decir la mas manejable de las 3. — ¿Qué sucede Ali? ¿Estás bien? Pregunto alterada al ver a su hermana llorar con tanto dolor. — Puedes traer un poco de manzanilla Any, Alison la necesita para su malestar. Anastasia asintió y preocupada bajo para preparar un poco de te a su hermana, no querían decirle nada aun, pues su padre no lo sabía, al menos eso suponían. — Anto no sé que haré, mi madre, papá, ellos estarán muy avergonzados de lo que hice, les falle, cometí un error, pero es que James me dejaría de amar si yo no.... Antonella acarició el rostro de su hermana y le dijo con tranquilidad. — Hace tiempo te lo dije, si te sentías presionada por James tenías que mandarlo a volar Alison, él no es un buen tipo, mis padres no lo querían, pero lo que hiciste no se puede cambiar, hablaran con sus padres para que se haga responsable de la mancha que provoco en ti. Alison lo amaba, y él era un buen tipo, pero era un hombre, y claro, tenía deseos, Alison solo deseaba que todo aquello pasara, que sus padres no fueran muy duros con ella, tenía miedo de la reacción de su padre, él no merecía que ella hiciera las cosas mal, siempre había sido un padre maravilloso con ellas, algo duro, pero justo. — Ten Alison, una manzanilla te calmará el malestar. Antonella no le comento nada a su hermana menor, pero sabía que quizá terminaría por enterarse. — Anastasia necesito que vayas a calentar algo de sopa para Ali, nos necesita porque mamá esta trabajando ahora mismo. Anastasia era una chica ruda, pero hacia todo por sus hermanas, las 3 tenían un gran vínculo, se querían y protegían, además Antonella sabia que cuando Any se enterara de lo que había sucedido no se detendría para decirle algunas cosas a ese James... — Si, claro, ahora regreso Ali. Any bajo a toda prisa, y se puso hacer lo que su hermana mayor le había pedido, Alison parecía sentirse realmente mal, tenían que cuidar de ella, Antonella y Alison siempre cuidaron de su hermana menor, era la consentida de su padre, era como ese chico que no había llegado a la familia, le llamaba la atención la mecánica automotriz, orgullo de Rodrigo, pues veía que la chica no le temía a mancharse un poco con el aceite, o la ayuda con trabajos de plomería en casa, reparaciones, el hombre estaba orgulloso de sus hijas, cada una a su manera era la mejor. Antonella era centrada, perfecta ante todos, la hija mas correcta. Alison era la soñadora, la artista, la fotografía le apasionaba. Y Anastasia era la que no temía manchar sus manos, siempre andaba en bicicleta, y jamás tuvo que hablarle a su padre en caso de que fallara algo, aprendió a hacer muchas cosas porque tenía un padre que amaba tener una hija que quisiera hacer las cosas por sí misma. Alison intento comer un poco, pero la boca le sabía amarga, Anastasia noto que esas lágrimas no parecían por dolor, al menos no uno físico, así que observo a sus hermanas y les hizo la pregunta directa. — Sé que algo te duele, pero comienzo a pensar que no es físico, ¿Qué sucede Alison? ¿Por qué lloras así? Ali no sabía como decírselo, las palabras no salían de su boca, pero en ese momento un fuerte golpe se escuchó, la puerta principal de la casa se había cerrado con fuerza, mientras que escucharon las 3 la voz de su padre enfurecido. — ¡Alison! ¡Alison Petterson! ¿Dónde estás? El hombre llegó a la habitación de su hija para toparse con los rostros de las 3 hijas que vio llegar a este mundo. — Necesitas tranquilizarte, ya ella esta sufriendo Rodrigo, por favor... Pero el hombre enfurecido y cegado tomo a su hija por el brazo y la levanto de la cama donde estaba sentada abrazada a su hermana Antonella, intento darle una bofetada, pero tanto Antonella como Anastasia y la propia Marcella se colocaron entre ellos, Alison aterrada observo la mirada sombría de aquel hombre enfurecido y cegado por la furia que contenía en su cabeza. — No lo hagas Rodrigo, estás molesto ahora mismo, es un error, tenemos que hablar con ella, pero también con él, con su familia, hacerse responsable de lo que hicieron... Rodrigo veía a su hija enfurecido, sus ojos parecían de pronto tener fuego en ellos, estaban enrojecidos, como si una parte de él quisiera llorar y la otra estallar de la furia. — No puedo creer que de verdad hayas manchado así a nuestra familia, como te atreviste a cometer semejante acto, como pudiste dejarte llevar por ese tipo, ¿a caso no hemos sido buenos padres? ¿Te dimos algún mal ejemplo? Eres una maldita burla para nosotros, jamás voy a perdonarte esto que hiciste Alison, confié en ti, tu madre me dijo que te dejáramos, esto es tu culpa Marcella, jamás volveré a escucharte, gracias al cielo tengo dos buenas hijas que si escuchan mis consejos, que no me decepcionan como ella... Alison escuchaba con tanto dolor las palabras de su padre, lo había echado a perder, se equivocó, y ese hombre que la había amado parecía ahora odiarla. — ¡Perdóname por favor papá, perdóname! Alison intento abrazar a su padre, pero este se alejó, no quería ni tenerla cerca de él. — Tú no eres mi hija, yo no te crié para que hicieras esas tonterías, a partir de ahora no quiero que me dirijas la palabra. Antonella observó a su padre pues esas eran duras palabras, Alison ya estaba mal, y con ello solo la afectaba mas. — Papá por favor no le digas eso, el coraje es el que habla ahora, te arrepentirás después si lo haces, por favor, solo dejemos que Alison descanse ahora mismo. Marcella lo llevo fuera para tranquilizarlo, ahora Anastasia comprendía lo que había sucedido, Alison había caído en las garras de James, abrazo a su hermana y lloraba con ella al sentir el dolor porque su padre había sido muy duro con ella. — Solo esta molesto Alison, esto no es tu culpa, iré a ver a ese maldito de James, él tendría que estar aquí dando la cara por lo que te hizo hermana. Pero Alison no dejaba de pensar en las palabras que su padre le había dicho, sabía que estaba furioso, pero esas palabras le dolían hasta el alma. — No Any, él ya no me querrá ver, me odia, y tiene razón, soy una mala hija, no debí haber.... Su voz se quebró, le dolía tanto lo que le hacía a su familia. Las 3 hermanas se unieron en un abrazo, Aliso agradecía el calor de sus hermanas, al menos las tenía con ella, a pesar de su error no la dejarían sola, sabían las 3 que contaban la una con la otra....
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