5 Abby justo estaba preparando la mesa cuando el desconocido que era su invitado apareció. Soltó un suspiro de alivio al ver que iba vestido; la ropa le colgaba de los hombros, y los pantalones resultaban más bien pantalones pesqueros, pero al menos ya no estaba desnudo. Sonrió y le hizo un gesto para que se sentase a la mesa. ―Espero que no te importe que sea una comida sencilla. No tengo carne en casa; soy vegetariana. Te he preparado una de mis hamburguesas vegetarianas especiales con algunas patatas. ¿Te gustaría un poco de té helado? No está endulzado, pero tengo azúcar si quieres, o leche, agua, o café. Zoran frunció el ceño mientras escuchaba. Comprendía parte de lo que decía, y no pudo evitar preguntarse cómo podía vivir aquella mujer sin carne en la casa. ¿Acaso era demasiado