Capítulo 1

2103 Words
Me quedé por un momento mirando a la nada, con el teléfono ligeramente apretado entre mi mano y mi pecho. Me sentía caer en un pozo n***o y profundo, la llamada de Alex me hizo recordar cosas que lo único que hacían eran lastimarme más. Un golpeteo en mi puerta me hizo reaccionar, me despabilé, sacudiendo mi cabeza, limpié mi rostro el cual estaba húmedo por lágrimas que ni siquiera había notado que estaban ahí, y me paré rápidamente a abrirle a Zack, él estaba con su rostro indescifrable y me escudriñó de pies a cabeza, esperaba que no se diera cuenta de mi semblante, sin embargo, eso no fue lo que llamó su atención. —¿Ya te vas a dormir? Son las 8 de la noche. —Reí apenada, meneando mis pantuflas de pollito y asentí. —Mañana me toca... bueno, nos toca clases temprano, quiero descansar bien. —No quería llegar tarde a mi primer día de clases. —Oh, ya veo. Solo quería presentarte con unos amigos. —Señaló a su espalda mientras metía una de sus manos al bolsillo de sus pantalones y se encogía de hombros—. Vinieron a tomar unos tragos y se me ocurrió decirles que tengo una nueva compañera y que estudia medicina como todos nosotros. Abrí mi boca formando una O sorprendida, no me lo esperaba, sería grato conocer a más compañeros, acicalé mi cabello y sonreí nerviosa, no estaba en óptimas condiciones para presentarme con alguien, estaba en pijama, pero no podía desairar a Zack, había sido muy amable conmigo, aparte de querer presentarme a sus propios amigos, así que asentí y lo seguí. En la sala se encontraban dos chicos y dos chicas, la primera que me vio fue una castaña, quien llevaba un pequeño moño rojo sobre la cabeza, era muy bonita. Soltó una sonrisa cuadrada llamando a todos para que también me vieran entrar. Me sentí cohibida, jamás había sido de socializar, era tan incómodo conocer a alguien y no saber qué decir. Sin embargo, los chicos en la sala parecían muy amables y alegres. —Pero que mona —habló la otra chica mientras me observó de pies a cabeza, esta tenía el cabello rosa pastel y era un poco más alta que la anterior. Todos me sonrieron a excepción de Zack, empezaba a conocer como se comportaba. Al parecer, él era el serio del grupo. Les regresé el gesto de manera tímida y miré mis pies mientras acomodaba uno de mis mechones de cabello detrás de mi oreja. —Hola, soy Brad. —El chico de piel bronceada y cabello platinado extendió su mano como saludo, la tomé amable, era demasiado cálida—. Ella es Clarisa, Amber y Jack. —Señaló a los demás. El peli-rojo del grupo alzó su mano agitándola mientras mostraba su perfecta dentadura, él era Jack. La chica que me observó primero se abalanzó a mí y me abrazó. Me quedé astática ante la sorpresa, era mucho contacto para mí, pero a Amber no pareció importarle y a pesar de que no le correspondía no se alejaba de mí. —Amber. ¡Joder! Espantas a la chica. —La peli-rosa la alejó de mí y solo pude articular una sonrisa torcida ante su efusividad, no la culpaba, algunas personas eran así, yo simplemente no podía tolerar tanto contacto—. Discúlpala, la tiraron de chiquita. —Zack sonrió por primera vez y Amber se cruzó de brazos, ofendida. Me preocupé, no quería que pensara que me desagradaba. —Yo no pretendía... —Descuida linda, no te preocupes. —La castaña sonrió y un segundo después ya estaba como si nada con su rostro alegre. No entendía mucho como funcionaban sus faces de humor, pero estaba segura de que no había visto a una persona enojarse y ponerse feliz tan rápido como lo hizo ella. —Así que te llamas Megan —Brad comentó mientras se sentaban sobre el sofá y olvidaban la escena anterior, asentí copiando su acción. Al parecer el par de chicos eran pareja, lo noté apenas se sentaron muy juntos uno del otro. Brad con Clarisa y Jack con Amber. Tenía que admitir que se veían muy bien juntos y aunque no supiera nada sobre conexiones sentimentales, se notaban muy enamorados. —¿Todos estudian medicina? —pregunté lo primero que se me ocurrió. No era justo que solo ellos hablaran. —Si, menos Jk —respondió Brad. Estaba perdida. ¿Quién era ese? El peli-rojo alzó su mano cuando notó mi mirada confusa. —Jk es su apodo —Me explicó Clarisa riendo ante mi confusión. Volví a formar una O con mi boca entendiendo todo. —Él estudia psicología, no es lo mismo, pero tiene que tener los conocimientos básicos de la medicina —Zakc dijo detrás de mí. Al fin había hablado. ¿Así era de cayado siempre? —Mucho gusto —musité recorriendo con la mirada a todos frente a mí, parecían buenas personas y de confianza. —No conoces a todos, aún —masculló Brad cruzándose de piernas. Todos los presentes pusieron mala cara y guardaron silencio, de nuevo sentí que había algo que no estaba entendiendo. —. ¡Oigan! No le pongan mala cara a mi hermano. —El peli-gris parecía un poco molesto. —Nadie le pone mala cara a Nick, él se la pone sólita. Brad fulminó con la mirada a Zack, ¿Quién era Nick? Amber y Jack de pronto estaban callados, aquella felicidad que irradiaban se había esfumado por completo y todo el ambiente se puso denso hasta que tocaron el timbre, pensé que tal vez la nueva visita podría apaciguar el momento, pero cuando todos vieron al azabache recién llegado, fue mucho peor. Incluso yo me sentía incómoda. Noté como Jack acercó más a Amber a su cuerpo y esta trató de no mirar al aludido, Clarisa rodó los ojos tratando de ignorarlo, todos lo hacían hasta que Zack lo miró receloso y se cruzó de brazos, con su rostro serio. Todo esto pasó mientras el peli-gris le sonrió y lo recibió con un cálido abrazo. Algo me decía que ese chico era Nick y que era el menos querido por todos. —¡Amigos! —Abrió los brazos saludando a todos, sin embargo, su mirada se concentró solo en la pareja de enfrente, ni siquiera miró a su hermano—. A juzgar por sus caras, parece que no soy bien venido en su reunión de inadaptados ¿no? —Sonó extraño, como si estuviera ebrio. —Al fin usas tu cerebro, Nick. —El azabache sonrió sin gracia e ignoró el comentario de Zack, sentándose a un costado del sillón, justo al lado de Clarisa y enfrente de mí, parecía que ni siquiera se había percatado de mi presencia y estaba bien con ello, pasar desapercibida era mucho mejor. La verdad yo sobraba ahí, no entendía nada, ni porque le tenían tanto desprecio al pobre chico, parecía inofensivo, si, se veía mal encarado y daba un poco de desconfianza con su ropa negra y chamarra de cuero, pero no era mi costumbre juzgar a las personas por como se vestían. Empecé a subir la mirada recorriendo el aspecto de Nick, desde sus botas negras hasta sus pantalones rasgados y su antes mencionada, chamarra de cuero, cuando mis ojos conectaron con los suyos me avergoncé por completo, mierda, desvíe mi mirada y sentí el calor esparcirse en mi rostro, se había dado cuenta de mi exhaustiva inspección. —¿Quién eres tú? —No esperé su pregunta. No dejó de mirarme con intensidad. Como había sospechado no se había dado cuenta de mi presencia hasta ese momento —. ¿Es tu nuevo juguete, Zack? —Miró al rubio al no tener respuesta mía. Fruncí el ceño ante sus palabras. —¿Te enojaste, conejita? —Sonrió ladino y se inclinó sobre el respaldo del sofá totalmente complacido por mi reacción. Ahora entendía por qué a todos les caía mal. —Es la roommate de Zack, llego a la ciudad hoy, así que aléjate de ella Nick. —Clarisa lo señaló con advertencia. Nick alzó sus manos como signo de rendición, aun así se relamió los labios, me guiñó el ojo y desvió la mirada hacia la pareja que no había dicho nada desde que él había llegado. Era extraño como ambos se escudaban ante su presencia. Odiaba ser demasiado curiosa y querer saber que problema tenían ellos tres en ese momento. —¿Quieres algo de tomar, Megan? —Me ofreció Brad y yo negué, no era de las que tomaba, jamás lo había hecho, me daba miedo perder la razón y no poder controlar mis impulsos, estaba bien así. —Todo lo que no se tome la conejita me lo tomo yo. —Nick sonrió y me miró coqueto. ¿Qué estaba haciendo? En realidad, ¿Yo que estaba haciendo al ponerme nerviosa y sonrojada por él? Abracé mi cuerpo, no estaba acostumbrada a esa clase de demostraciones. Tenía que reconocer que Nick era demasiado atractivo con ese cabello largo en ondas, su nariz recta y respingada, esos ojos negros profundos y su mandíbula cuadrada, sin dejar de lado sus carnosos labios color cereza, parecía un maldito adonis, pero entonces detuve mis pensamientos, asustándome de ellos, jamás había pensado así de nadie, sin embargo, no era mi tipo, a la distancia se percibía su aura densa, el chico malo rompe corazones, peligro tenía escrito en la frente. ¿Yo que iba a hacer interesándome por alguien como él? —¿Ahora piensas destruirte con alcohol? —Clarisa siguió platicando con él, al menos había alguien en esta casa que lo toleraba aparte de su hermano. —Algunos prefieren el amor, yo prefiero el alcohol para destruirme. —Bebió de un trago el alcohol de la copa en sus manos y miró de soslayo a Amber. ¿Quién le había dado más de beber? Pero eso no era lo importante sino la forma curiosa en que ambos se miraban, había algo raro entre ellos, o a la mejor no, tal vez me estaba haciendo una historia en mi cabeza, sin embargo, no sabía que tanto de ello estaba acertando. ¿Un amorío?, un noviazgo, tal vez, Nick mencionó al amor antes de mirarla y como prefería el alcohol a enamorarse, joder, me estaba quebrando la cabeza y ni siquiera era de mi incumbencia, pero seguí, no podía parar. ¿Jack qué papel representaba en este triángulo? Su mirada era recelosa, si él hubiera sido el causante de su ruptura tal vez su mirada fuera compasiva o apenada, ¿no? Pensaba solo por hacerlo, no tenía ni idea. —Amé ahora, pague después, salud. —Nick rio, alzó su copa bebiendo por completo su contenido, este chico iba rápido—. Cuando entregas el corazón y esa persona es una maldita hija de puta que te engaña con tu mejor amigo, salud. —Repitió el proceso anterior y siguió—. Cuando sabes que nadie le va a hacer sentir lo que tú le hacías... —¡Basta! —Amber gritó mirando a Nick con sus ojos llorosos, todos se sobresaltaron, incluyéndome. La castaña se veía furiosa—. ¡¿Por qué no te callas de una buena vez?! —Por favor Amber, cálmate. —Brad trató de apaciguar las cosas pero no funcionó. —¿Por qué no le dices a tu hermano que por favor ya supere el pasado y deje de joderme? —le exigió de manera brusca. Volteé a ver a Nick cuando escuché su risa. Se paró de su asiento y miró a Amber retante. —Porque espero el día en que te canses del idiota de Jack y corras a mis brazos, dulzura. —Sonrió socarrón. El peli-rojo se había estado conteniendo, pero ya no más, si no fuera por Zack y Brad la sala se hubiera convertido en una zona de batalla. Me asusté cuando ambos se miraron furiosos, en un descuido cualquier cosa podría pasar. Seguro que si los soltaban se agarraban a golpes. —Llévate a Nick de mi casa, Brad —Zack le pidió sin soltar a Jack. El peli-gris no expresó nada, sin embargo, asintió jalando a su hermano hacia la salida, él aún ponía resistencia, el alcohol era un mal aliado en estos momentos. Ahora mi teoría parecía tener más sentido. —Perdón, Am —Clarisa se disculpó como si ella hubiera tenido la culpa y salió detrás de ellos. Vaya, esto había sido más emocionante que aprender a canalizar, que locura.
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