Luna miró a través de la mesa del comedor. Anoche, ella besó a su esposo, y esta mañana, él no había estado por ningún lado. No lo había ido a buscar, Irma le había dicho que su padre, Adán, y sus guardaespaldas habían salido temprano, así que se pasó el día cosiendo. Luego mas tarde ese día su padre había llegado a casa y le dijo que Adán la estaba esperando en uno de sus restaurantes para cenar. Él tenia una cadena de restaurantes elegantes. Ella acudió al lugar. Luna golpeó sus dedos en su pierna, no tenía nada que decir para romper el incómodo silencio. Por primera vez, se lamió los labios y, de nuevo, su mente pasó al momento en que Adán la besó. No entendía por qué estaba constantemente reproduciendo un bucle en su mente. Fue solo un beso. Ya se habian besado antes, pero su cuer