Adán miró a los dos hombres que estaban encadenados a sillas en el sótano de uno de sus clubes de strippers. Ese era uno de sus nuevos negocios. Luna estaba arriba en una de las habitaciones privadas. A Adán no le gustó llevarla a su club, había demasiado sexo. No quería traerla, pero llevarla a casa o dejarla en cualquier otro lugar en este momento no parecía lógico. Ella había entrado en pánico, pero lo que lo había sorprendido mientras esperaba a que llegaran sus hombres era que ella había asegurado a los dos hombres que ahora estaban sentados sangrando. Sin gritarle y sin desmayarse.Sí, había vomitado, pero se mantuvo firme. Pero parecía un poco enojada. Adán había estado en el campus porque el tipo que buscaba tenía un trabajo que completar para poder tener el dinero y la segurid