Adán odiaba esta idea. A su suegro le había encantado el plan. Los hombres de su suegro y los de él ya estaban ubicados en lugares seguros alrededor del orfanato. Las personas empleadas estaban en los libros. Su abuelo quien era el jefe superior de la clan familiar Betancourt estaba al tanto de todo lo que había pasado. Algún día Adán se haría cargo de todo el clan de su familia. Adán miró el jardín donde Luna estaba sentada en la silla de ruedas mientras los niños corrían hacia ella, mostrando otra foto preciada. Vio lo desesperados que estaban por abrazarla, pero se llevó a los quince niños a un lado y les dijo a todos lo importante que era que le permitieran recuperarse. Ninguno de ellos había empujado. Aún. Incluso Emilio se comportó de la mejor manera y se unió. Tuvo que llevar