Iliana —No voy a usarlo —le comenté a mi hija. —¿Cómo no? Es un regalo hermoso —me indica de manera soñadora. —El tuyo lo es, pero este no es mi estilo, además ya había escogido que ponerme ¿Recuerdas? —le pregunté a sabiendas que ella lo sabía perfectamente. —Entonces también me pongo lo que compramos —argumenta creyéndose muy lista. —Jazziel solo envío un vestido para mí para que no te sintieras mal —mentí. —¿Crees que me quiera? —me interroga. —No lo sé, pequeña puedes preguntárselo en la cena —razoné sin querer mentirle. No iba a salvarle el culo a ese hombre, Dalilah tiene diez años y es bastante madura, así esto la lastime yo siempre estaré para ella. —Muy bien, ponte lo que quieras —mi pequeña cambió de tema— yo me pondré lo que más me guste Salió de la habitación sin espe